BREGANDO EN LA ZONA

Sergio García  |  4 de abril de 2011
Sergio García (GRJ)
Sergio García (GRJ)

El Meridiano Alicante acaba con la agonía del Cebé y lo sentencia a la LEB

 

A nadie le extrañó ayer el resultado. El Cebé cuajó una derrota más en su peregrinaje lento pero seguro hacia el descenso a la LEB. Suena triste, pero la realidad es que se antojan casi imposibles encadenar dos victorias seguidas y conseguir lo que no se ha hecho en las 28 jornadas precedentes. De nada sirve el aplomo y garra de algunos de los jugadores, como Jon Stefansson y el capitán Nico Gianella, si luego salen a pista otros que menoscaban a su propio equipo.

Resulta indudable que todos los jugadores que integran la plantilla han de jugar. En ninguna cabeza cabe exprimir a los titulares hasta el riesgo de lesión o de cansarlos y devaluar su valor en pista. Sin embargo, es evidente que cuando salen determinados efectivos el plantel se resiente.

Así como sucedía con Andre Owens (que salvo un par de partidos, exasperaba a la grada con su botar incesante y su indolencia), Roberto Guerra ha decidido tomar su relevo. Tiene fama entre los aficionados de buen defensor, más cabe preguntarse si esa reputación la atesora después de jugar semana tras semana o tan sólo de su época en el Gran Canaria. Sea como fuere, lo 'largaron' del CAI Zaragoza habida cuenta de su escasez de aportes ofensivos, pese a lo cual hay que decir que no es mal tirador. ¿Su problema? Tira decidido….pero una sola vez en cada partido. Insuficiente para estar en una plantilla ACB.

Renglón aparte merece Augusto Cesar Lima. Al prometedor jugador habría que recordarle eso de que en el baloncesto no sólo valen las jugadas aisladas, sino que lo que importa es la constancia. El brasileño se ha sumado a la “escuela de Karl”, y hace un par de jugadas muy meritorias por partido…para luego ser un desastre en el resto.

En el capítulo de 'altas' se encontraba Prestes hasta este partido, que había experimentado un ascenso tardío pero en nada baladí. Detrás de él, a buen seguro, estaba la mejoría del equipo. Recordaba al del CB Murcia, que sin ser uno de los mejores pivots ACB, consiguió la vitola de pivot cumplidor. Pues bien, ayer si hinchó a tirar, eso sí, con un porcentaje lamentable, al igual que los estiletes ofensivos del equipo (Stefansson con cuatro puntos y Karl con diez). Eso sí, resulta abrumador el comprobar la dependencia del equipo respecto al islandés. Cada ataque tenía que pasar decisivamente por sus manos, ya que sus compañeros se quitaban de en medio escandalosamente y no tomaban ninguna responsabilidad.

Gianella, pese a acabar con buenos números, tuvo opciones de “inflarse”. Sus penetraciones, en lugar de acabar, bien anotando, bien asistiendo, terminaban sacando el balón fuera de la zona pese a tener superioridad constante de dos contra uno debajo del aro con su par superado. El contemplar su obcecación en repetir una y otra vez la jugada pese a ver la dificultad nazarí en el tiro exterior sacó de quicio a todo el pabellón. Pese a todo ello, fue sin duda el mejor del plantel de un Curro Segura que ya va escuchando algunas críticas por parte de unos desesperados aficionados.

En resumen, los propios jugadores se hicieron el “harakiri”, sin que valga de excusa la entidad del rival, ya que tendrán que pasar años para ver tantas facilidades blancas. Para empezar Sergio Rodríguez, segundo base, era baja confirmada desde hace tiempo. La fortuna hizo que el tercero, Sergio LLull, también certificara su ausencia en el Palacio. Además, el base titular, Pablo Prigioni, se vio obligado a marcharse al banquillo con una muy temprana segunda falta personal, saliendo en su lugar el desahuciado Sergi Vidal.

Pese a ello, los blancos anotaron debajo de aro con gran facilidad (la endeblez granadina es escandalosa, como lo lleva siendo durante todo el año) y desde 6,75, al tirar con una gran comodidad y faltos de oposición. En el lado contrario, el Cebé se las veía y se las deseaba para rascar una canasta muy de vez en cuando, pese a la aparente igualdad en el marcador. La realidad fue que a falta de cinco minutos para el final del partido, los de Molin vieron que era hora de dejar de jugar con el “ratón” y tocaba ponerse serios (con las cosas de comer no se juega).Encadenaron dos acciones positivas tanto en pista delantera como trasera, y de nuevo el desánimo cundió en unas gradas, ayer sí, suficientemente pobladas.

Al menos el Alicante ganó y le dio por fin el golpe de gracia a los descendidos. De algo valdrá el tener, a falta de la confirmación matemática, la seguridad de dónde se estará el año que viene. Primeramente Curro Segura debería empezar a contar desde ya con los jóvenes (que ayer por cierto ni pisaron la cancha ) porque serán los que a buen seguro, como pasa siempre, sean los que se queden cuando los demás pongan pies en polvorosa o les inviten gentilmente a buscar otros destinos. El capítulo de altas y de bajas debe ser muy extenso, ya que el equipo necesita una renovación casi completa, pues ningún aficionado lo conoce ya. Y es que ha perdido sus señas de identidad en cada una de las parcelas que integran el organigrama nazarí.

sgarcia@granadaenjuego.com

 
 
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