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O se reacciona o se acabó

Jaime Lucena  |  13 de noviembre de 2023
Jaime Lucena (GRJ)
Jaime Lucena (GRJ)

Cuando últimamente me siento delante del televisor para ver a mi Granada CF y a mi Baloncesto Granada, me prometo a mí mismo no sufrir, por lo menos mucho. Pero es imposible, al minuto uno ya estoy abatido viendo el fútbol, y en el mismo minuto, en el uno, ya estoy cabreado viendo el baloncesto.

Ya sé que todavía es pronto, ya sé que faltan muchos partidos y muchos puntos por disputarse, pero si uno ve cada fin de semana los mismos errores en unos y otros, sin solucionarse, como el maldito día de la marmota, llegas a pensar que no hay solución, y aun quedando mucho, cada partido que jugamos queda menos, y los errores, los mismos de casi siempre siguen ahí.

Lo del equipo de fútbol viene de largo. Creo que todos aceptábamos que el equipo construido en verano, aún reconociendo las dificultades económicas del Club, no parecía suficiente para la máxima categoría del fútbol español. Se echaba en falta un medio centro de corte defensivo, un central y un extremo. No hacía falta saber mucho de esto para pensar que faltaban jugadores, y por desgracia y lógicamente, esto se ha cumplido hasta sus peores consecuencias.

 

El centro del campo en la mayoría de los partidos ha sido una autopista para los jugadores rivales, y no es culpa de los que están, es un problema de los que no están. La ausencia de otro central, evidente desde el verano, se ha visto agravada por la lesión de Vallejo desde el primer partido. Y que, en ataque, había buenas piezas, pero escasas, también era evidente.

Esto se sabía, pero además se ha visto agravado. Nadie pensaba que la portería sería un problema, con dos porteros muy lejos del nivel alcanzado la temporada pasada, que los laterales no iban a ser solventes, o que los atacantes de refresco, todos sin excepción, y por diferentes motivos, serían absolutamente intrascendentes. Si además le sumas errores individuales groseros, y actuaciones arbitrales vergonzosas, pues entiendes como estamos.

Mientras escribo estas líneas, el técnico parece que va a continuar, y no me parece mal, ya que el vestuario parece estar con él sin fisuras, elemento básico para intentar salir del atolladero, pero evidentemente tiene su parte de culpa. Creo que ha insistido demasiado en sus planteamientos tácticos sin tener, es evidente, jugadores para llevar el mismo. Partidos de ida y vuelta con las carencias ya expuestas es una temeridad, y así, somos el segundo equipo más goleado de la categoría y no hemos dejado la puerta a cero en ningún partido. Lo de si tienes limones haces limonada y si tienes naranjas haces naranjada parece tan obvio como necesario. El técnico tiene su parte importante de culpa, es más que evidente.

Por todo ello, a lo único que aspiro y me agarro es que el equipo no se descuelgue definitivamente antes del mercado de invierno, y que, en este, se dé el milagro del pan y los peces y que el nuevo Director Deportivo (el anterior fue cesado por una pésima planificación de la plantilla en verano, yo dudo de que toda la culpa sea atribuible a él…) pesque esos dos o tres jugadores imprescindibles que eleven el nivel del grupo y consiga que el mismo pueda luchar por una salvación que a día de hoy se ve lejana. 

En cuanto al baloncesto, quizás peor todavía, ya que aquí al comenzar la temporada si se podía suponer que la plantilla era superior a la del año pasado, y que, aun sufriendo, no quedaba otra, íbamos a conseguir el objetivo de la permanencia de una manera menos angustiosa que la temporada pasada. Sufrir estaba claro, pero que pensábamos que menos, también.

Es cierto que se fueron jugadores tan importantes como Renfroe, Bropleh, Maye o Niang, pero los que llegaron parecían de plenas garantías, un base de nivel que venía de un grande europeo, un campeón del mundo que había realizado una gran temporada en la Liga Alemana, un cuatro con experiencia en la ACB,….., a lo que había que sumar gente que seguía en el Club como Costa, Tomasson o Felicio, pero,….., pero las cosas tampoco funcionan.

El principal problema del equipo es la falta de defensa, inexistente en muchos periodos de los partidos. En el último, por poner un ejemplo, era desesperante ver como un equipo situado a la cola en porcentaje de tiros de tres nos clavaba uno tras otro, con tiros absolutamente liberados. No es lógico que un equipo humilde como el nuestro no defienda, en esta categoría o defiendes o no ganas a nadie. Ver a equipos de primer nivel dejándose la piel atrás y ver a los tuyos que permiten al rival canastas de todo tipo, desespera y mucho. 

Otro error repetitivo es tirar a la basura lastimosamente los primeros cuartos. No solo ha pasado el último partido frente al Granca, ha pasado más veces, y vuelve a ser una situación incomprensible por repetida. Quizás Pin, que debe de estar pasándolo mal con un equipo tan pusilánime, deba de salir en los primeros cuartos con German, Christian, Pera Tomás, Iriarte y Kairys, lo cual no sé si garantizaría fluidez en ataque, pero lo que si garantizaría sin lugar a duda es que no se iban a regalar las canastas al rival.  Además, lo de Ziv hay que solucionarlo, hay que ayudarle personalmente en lo que se pueda, pero venía para ser importante y no está.

Nunca pensé que mis equipos del alma me desesperarían, pero así está siendo. Tiempo hay, pero reaccionan ya o esto se acaba antes de tiempo. 

 
 
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