OPINIÓN: Empresarios serios y solventes, por Gabriel Rosario Lázaro
El Granada CF no funciona. Entiendo que la situación es heredada, porque el club navega a la deriva desde hace tiempo. El ‘historico’ no funciona como un proyecto solido y responsable debido, principalmente, a que dependemos de terceros para solucionar nuestros problemas de tesorería.
La entidad no solo arrastra deuda, sino que cada día genera aún más. Como muestra el déficit contable que anualmente se aprueba en las asambleas de socios. Los dirigentes esperan que lo deportivo alivie lo económico, pero es una pescadilla que se muerde la cola. Si no hay una economía saneada, los jugadores no cobrar en su fecha y no se dispone de un presupuesto importante para hacer un plantel fuerte lo deportivo es difícil que funcione. Además, si dejamos al frente de la dirección deportiva a un simple aficionado porque trabaja ‘gratis’ será más difícil aún que acierte. Se prometen logros que no llegan y la hinchada comienza a desilusionarse. Las derrotas en casa con Écija y Antequera tocaron el orgullo de la ‘marea’ rojiblanca que dejo casi huérfano a su equipo en la visita al filial del Betis, donde por cierto se volvió a perder.
Lorenzo Sanz fue el motor del cambio. Hastiados de los Gori y Benito fue el maná del cielo. Pero sus promesas se fueron por el desagüe a las primeras de cambio. Sanz repitió hasta la saciedad que no iban a pedir a las puertas del Ayuntamiento de Granada y que si hacía falta poner se ponía, y si había que avalar, se avalaba. El tiempo pne a cada uno en el sitio que le corresponde. El club no tiene viabilidad para solventar sus problemas cotidianos y eso se extrapola a la plantilla y cuerpo técnico que ve como no recibe con normalidad sus nominas.
Siempre he criticado lo complicado del proyecto de Paco Sanz sin aportación económica. La sociedad anónima no llega, la Ciudad Deportiva menos y la auditoría se eterniza, mientras volvemos a ser portada casi a diario con embargos, juicios, querellas, impagos, etc.
El presidente no residente y su papá vinieron a pescar en río revuelto, pero sin caña ni anzuelo. La primera inyección económica fue insuficiente, el equipo salió de Tercera División y navegamos sin rumbo en el pozo de Segunda B. Granada esta hambrienta de fútbol. La masa social lo confirma en cada partido de ‘Los Cármenes’. Se han abortado otros proyectos como el del Granada Atlético y Granada 74, con la complicidad del Ayuntamiento. Se ha apostado por el ‘histórico’, pero la entidad esta varada.
No entiendo el millonario presupuesto que dicen se ha invertido en una plantilla que tiene los mismos puntos que el antepenúltimo clasificado. Y en la acera de enfrente, Marsá con 14 jugadores granadinos en su plantilla sigue por delante nuestra con un presupuesto casi de Tercera División.
Escucho que hay alternativa, pero no me fío. Dicen que un grupo de empresarios granadinos podría tomar las riendas si Sanz se marcha. También me cuentan que el ex presidente Candido Gómez Álvarez, Candi, estaría dispuesto a volver. Cantos de sirena. Aquí hace falta un proyecto con empresarios serios y solventes.