OPINIÓN: Imaginación para la crisis, por Gabriel Rosario Lázaro
Comentando el otro día con un amigo los problemas de nuestro Granada CF, me contó una teoría que es fácil de entender y que comparto en parte. Estando en la categoría que estamos, sin dinero y con la crisis mundial a la espalda, tenemos que aprovechar el material humano de nuestra cantera.
La curva de un jugador de fútbol es muy elemental. Los jugadores de los 20 a los 23, se encuentran en una etapa de proyección importante; de los 23 a los 26 años, la calidad empieza aflorar se le pueden sacar muchos recursos deportivos y económicos antes de llegar a los 28-29 años. Pero cuando los futbolistas sobrepasan los 30 años, entran en una curva descendente. La mayoría de jugadores en esta edad arrastran contratos altos por el nombre, arrastran lesiones y, sobre todo, poca ambición é ilusión.
El Granada CF ha firmado a demasiados futbolistas que sobrepasan el umbral de los treinta, cuando, en la mayoría de los casos, están de vuelta. La entidad rojiblanca los ficha con unos contratos desorbitados a los que luego no puede hacer frente y además, no da el rendimiento apetecido por una razón muy sencilla, si el equipo asciende el futbolista va de ‘patitas a la calle’ por varias razones. El jugador ya no esta para la categoría que dejo para venir a ésta y ya no sirve como patrimonio, porque con esa edad, casi nadie lo quiere.
No nos engañemos. La Segunda División B es la tercera categoría de nuestro fútbol nacional y estamos pasando muchas dificultades. El Granada CF se encuentra en una posición muy delicada con un presupuesto elevado para los ingresos y deudas que se arrastran. La Federación Española de Fútbol creo esta categoría para la promoción de jóvenes valores y no para que fuera un cementerio de elefantes del balompié. Aquí al primer jugador frustrado y con un pobre bagaje deportivo le damos las riendas de la entidad y tan conformes.
Son muchos años con la misma cantinela. Nos venden el ascenso como objetivo y luego las pasamos canutas para no descender. La gente esta hastiada. El panorama no puede ser más desolador. El club ya no tiene patrimonio. Se vendió el antiguo estadio de ‘Los Cármenes’ y la sede social esta embargada. Además, no tenemos jugadores que ofrecer a otros equipos más pudientes. Los derechos federativos se encuentran suspendidos, una vez más. No se atienden las nóminas a plantilla y empleados, etc.
Existen varias alternativas, pero creo que todas pasan por una refundación del proyecto, dejando a un lado los sentimientos y cogiendo al toro por los cuernos, empezando por la S.A.D. El Granada CF debe ser gestionado como una empresa moderna. Ajustando el gasto a lo que se genere por ingresos. Hasta la fecha ninguno de los clubes de la capital ha demostrado ser capaz de llevar a buen puerto el proyecto iniciado. Pero no lo olviden, ‘la unión hace la fuerza’, aunque aquí se empeñan en aplicar el ‘divide y vencerás’.
Históricamente para los rojiblancos no retornar a la máxima categoría por la vía rápida no es buen augurio