OPINIÓN: "Me pongo colorada cuando me miras", por Santiago Martos

Santiago Martos, a la derecha, junto a Fernando Hernández (GRJ)
Santiago Martos, a la derecha, junto a Fernando Hernández (GRJ)

¿Se pondrá colorado el Sr. Alcalde cuando lo miren los socios del Granada CF?, ¿y su edil de deportes?, ¿y los empresarios?, ¿y Granada?

Como dice la famosa canción del grupo Papá Levante (gaditanas ellas y del Cádiz CF, como no podía ser de otra manera, para más INRI).

Como bien saben todos los chalados y tarados del Granada CF, la Asociación Granadinista Radio Foro, lejos, lejísimos, de ser una agrupación aduladora de tal o cual directivo, se ha echado para adelante abriendo una cuenta corriente mancomunada para recaudar fondos e intentar salvar la temporada, o lo que es lo mismo, salvar a la entidad nazarí.

 

Pasadas quedan las reuniones con el Consistorio, Empresarios, empresarios (con minúscula) y personajes de diversa índole y dudosas intenciones, en donde, en mi opinión, la queridísima unión de la afición en torno al objetivo común ha cumplido todos los pronósticos previos al desenlace, que, dicho sea de paso, no era otro que el fiasco más absoluto.

Al Granada, ahora mismo, ya no le funciona ni la máquina de respiración asistida, hasta eso se le ha roto. Sólo le quedan las insuflaciones directas de sus socios, herederos ellos del amor a unos colores, a los que le van fallando las fuerzas, salvo honrosas excepciones. No es hora, por tanto, de volver a echar la mirada atrás, buscando culpables, que los ha habido, por supuesto, y sin olvidar que la afición, en una buena parte, sigue adoleciendo de cierta candidez e inocencia con todo aquel que tenga buen pico.

Como digo, esta Asociación, toma las riendas en una nueva cruzada por lo rojiblanco, ésta vez a doble o nada, en pro de la supervivencia de su club. Pintan bastos, eso no lo duda nadie, pero, a la vez, nadie quiere quedar vivo en esta lid. Casi todos sabemos en nuestro interior que al Granada lo mata un simple estornudo, pero nadie, absolutamente nadie de estos aficionados quiere dejar solo a su maltrecho y hastiado club. Quieren, en definitiva, morir con el club. Quieren vivir en paz con su conciencia el resto de sus días sabiendo que pelearon en lo que creían, en lo que querían........en lo que sentían. Evidentemente eso, no se lo podrá embargar nadie....nunca.

A diferencia de otras veces y de otras actitudes propias de esta afición, la Asociación pelea por el milagro y no espera a que caiga del cielo en forma de predicador o profeta. Se buscan seriedad, firmeza, sentido común y, de una vez por todas, estabilidad. Estabilidad que esta entidad comenzó a perder en cuanto le entró la prisa por ascender, y por decir que ascendería, amén de otras cuestiones que omitiré.

Posiblemente la recaudación sólo sirva para salvar la temporada, que no es cosa baladí, y oxigenar al moribundo unos meses mientras se sigue buscando la unión de Granada en torno a su patrimonio deportivo. Pero eso, señores, no pasará. Con este Alcalde no pasará, con estos empresarios no pasará, con esta ciudad no pasará.

Sólo nos quedarán estos momentos de lucha en nuestras retinas, esos momentos en donde personas de a pie, paganinis españolitos hipotecados hasta las cejas, con crisis mundial incluida, se dejaron la piel en esto. Y eso, de por sí, merece la pena vivirlo. Merece la pena compartir estos más que probables últimos momentos de existencia del Granada Club de Fútbol, el fundado en 1931, el subcampeón de España, ese al que todos mandan a la guillotina por acción u omisión. Los de los poderes harán lo que les digan sus asesores, pero su poder no les librará nunca de que se pongan colorados cuando los miremos.

Puede que nos llegue a avergonzar el ser granadinos pero nunca el ser granadinistas. Luchemos por el milagro, demos lo que podamos, y vivamos con la conciencia en paz el resto de nuestros días.

www.radioforo.net

 
 
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