Jesús Fernández disputará en Manresa su partido 300 en ACB
El pivot alicantino no piensa aún en la retirada de las canchas de juego
El pívot del CB Granada, Jesús Fernández, disputará la próxima jornada, ante el Suzuki Manresa (Domingo 18, 19:00h.) su partido 300 en la liga ACB. Orgulloso, satisfecho, y también con ganas de seguir sumando números a su trayectoria, el de Villena hace un repaso por sus recuerdos de tantos minutos sobre un parqué ACB.
Jesús Fernández vive ahora su décimo séptima temporada como profesional, con 459 partidos disputados a sus espaldas, de los cuales acumula en la ACB 299, que ha disputado a lo largo de 12 temporadas. “Para mi significa un sueño, el poder haber competido al máximo nivel durante muchos años. Son muchos años en ACB, pero no me quiero olvidar de los años de la LEB, EBA, Play Offs, ascensos… que también son partidos y todo suma”.
Pero con tantos partidos a la espalda, Jesús aún no piensa en el adiós: “Esto aún no ha acabado, me queda algo que ofrecer y me encuentro bien, por lo que no me planteo la retirada a corto plazo, aunque si soy consciente de que pasan los años. Soy realista, sé cómo funciona esto y soy sincero. Sé que no tengo veinte años, aunque tampoco me siento cómo para retirarme”.
El comienzo de Fernández en el baloncesto fue de lo más normal. “Empecé en el colegio como cualquier niño, compitiendo a nivel provincial, y aunque era el más alto, no tenía muchas expectativas”. Sin embargo, tuvo que hacer las maletas hasta Valencia cuando le seleccionaron tras unas pruebas. “El primer año allí no fue muy bueno, y al segundo me pilló la reestructuración de la categoría juvenil y mejoré, pero nunca pensé que duraría tantos años al máximo nivel. El trabajo te va dando los frutos, y aquí estoy”.
El salto al primer equipo también tuvo su sacrificio. “Cuando acabé las categorías inferiores, en Valencia me dijeron que querían que me quedara entrenando con el primer equipo, pero que sólo iba ser un año de aprendizaje”. Jesús estaba vinculado al Godella, de segunda división, la tercera categoría nacional después de la Liga EBA en aquel momento, pero apenas jugó con ellos, pues siempre viajaba con el Pamesa Valencia. “Yo tenía claro cuál iba a ser mi papel: entrenar y aprender, y también entonces la ACB era muy diferente, era más física, y por supuesto que era más complicado debutar con esa edad. Aprendí mucho”.
Cinco segundos de gloria
Pero todo ese esfuerzo tuvo su recompensa en cinco segundos. “Mi debut fue en Zaragoza, faltando cinco segundos, pero yo me fui a casa con una sonrisa de oreja a oreja, era el tío más feliz del mundo. Fue un tiro libre y metí un palmeo, ahí que mejor no pudo ser. Ese año, aunque no jugué nada, fue fantástico”.
Y después de aquel anecdótico inicio, diecisiete temporadas como profesional repartidas en seis clube diferentes, viviendo ascensos y descensos, creciendo como jugador y como persona. “Sin duda mi mejor etapa ha sido aquí en Granada, por todo lo que significó esos años. En Ourense también viví una etapa muy bonita con un ascenso y siendo un hombre importante, pero aquí llegó mi madurez, conseguimos el ascenso, siendo pívot titular, afianzándome en la ACB y haciendo conforme el equipo también subía su nivel. Esta es mi casa, no puedo decir otra cosa”.
Precisamente de esa etapa es el que Jesús califica como “uno de los mejores momentos de mi vida, el ascenso a la ACB con el CB Granada”, que se produjo en la temporada 2003-04. “Me gusta quedarme con los ascensos, y aunque los descensos siempre los quieres olvidar, de todo se aprende. He tenido etapas duras, pero he aprendido mucho de esas situaciones”. Y si hay un compañero de batallas con el que ha disfrutado, aunque Fernández diga que “tengo muchos amigos y no me gusta quedarme con uno”, resalta a su compañero en los viajes, “Juanpi Gutiérrez, porque llevo tiempo con él, compartimos habitación desde hace muchos años y tengo una química especial con él, nunca nos hemos enfadado, y eso siempre es bueno”.
En su vuelta a Granada, Jesús vive una de las mejores temporadas de este Club, y está muy contento con ello. “Es importante de que la gente sea consciente de lo que está haciendo el equipo este año y había que tener, por lo menos hasta el último partido en el que se consiguió la permanencia, los pies en el suelo. Tenemos un presupuesto muy limitado, de los más bajos de la ACB, en verano hubo problemas para que el equipo saliera, e hizo una plantilla joven que a principio creo algunas dudas, pero el equipo ha encontrado su nivel”.
Un nivel que ha llevado al CB Granada a obtener su décimo tercera victoria más rápida en la ACB, y a que, a falta de cinco jornadas para el final de la Liga Regular, tenga opciones de meterse, por primera vez en su historia, en los Play Off. “Llevamos un mes y medio compitiendo a un alto nivel, estamos en nuestro mejor momento y ahora hay que ser ambiciosos e ir a por el siguiente objetivo, que es meterse entre los ocho primeros”. El pívot nazarí lo tiene claro, “ahora hay que ir a por todas y dejarnos la vida en estos cinco partidos para conseguir el Play Off.
Campeón de la Copa del Rey con el Pamesa Valencia en la temporada 97/98, Medalla de Oro en los Juegos del Mediterráneo de 2001 y Subcampeón de la Supecopa ACB 2005 con el CB Granada, el 'Americano de Villena' se fija como meta “dejar a este equipo lo más arriba posible, si puede ser en Play Off, mejor, pero no me fijo más metas, porque ahora que ha nacido Martín tengo otras responsabilidades, como son Hugo y Martín, mis hijos, en lo que estamos muy centrados tanto mi mujer como yo, así que terminaremos la temporada de la mejor manera posible, y después a vivir, y ya se verá que pasa el año que viene”.
El equipo se ha ejercitado esta mañana a puerta cerrada con el futuro de Escribá en el aire y el nombre de Alcaraz sobrevolando