Sin Payne no hay paraíso, 76-85
El cebé sufre la primera derrota de la temporada, frente a un Clavijo que fue superior durante los cuarenta minutos, dejando al conjunto nazarí con una amarga sensación de impotencia
En contadas ocasiones las frías cifras reflejan la realidad de un partido de baloncesto, pero mirando las estadísticas finales del choque, es fácil dilucidar el motivo de la derrota del CB Granada ante el sorprendente líder de la Adecco Oro. 26 rebotes, 14 de 38 en tiros de dos, para un 36,8%, 12 de 32 en tiros de tres, firmando un 37,5%, frente a los 50 rebotes del Clavijo, 21 de 42 en tiros de dos y 9 de 18 en tiros de tres. Números que reflejan la diferencia existente sobre el parquet.
El partido comenzaba trabado, con un ritmo lento, defensas férreas imponiéndose a unos ataques dubitativos y fallones, sólo Jesús Fernández y De Cobos parecían encontrar un camino coherente para el juego nazarí. Por su parte los visitantes, comenzaron a exhibir una gran circulación de balón, lo que les permitía mantener buenos porcentajes en el lanzamiento, lo que les permitió marcar las primeras diferencias en el marcador con un parcial de 0-6, para llegar al final de los primeros diez minutos con una diferencia de cinco puntos 17-22.
Los puristas afirman que los partidos se ganan o se pierden en el tercer cuarto, pero el Granada se empeñó en dilapidar el encuentro a lo largo del segundo periodo. La inoperancia nazarí en ataque se agudizo con el paso de los minutos, llegando al colapso total, tan sólo tres puntos en cinco minutos de juego. Agujero negro, que aprovechó el Knet & Éniac para marcar la mayor diferencia del choque, quince puntos, 21-36. Con el borde del precipicio a los pies, el cebé consiguió tirar de casta, y gracias al acierto, una vez más, de Jesús Fernández y Carlos De Cobos, el Granada limó las diferencias, hasta alcanzar el descanso con siete puntos de desventaja, 36-43.
Tras la reanudación, el cebé intentó tirar de defensa para igualar la contienda, y durante varios minutos el Palacio y la afición vivió un espejismo, los hombres de Curro Segura parecían entonarse, llevando al equipo riojano contra las cuerdas, 42-45, pero varios errores en ataque rompieron el hechizo, desquiciando a los jugadores y devolviendo la desventaja a la decena de puntos. Desde éste momento, el ataque del CB Granada se volvió anárquico, cada jugador intentaba resolver el partido por su cuenta y cada acercamiento en el electrónico era respondido una y otra vez de forma martilleante por el Clavijo. A pesar de la difícil situación, el final del tercer cuarto dejaba un nuevo rayo de esperanza, dos triple seguidos de Edu Ruiz dejaban el marcador en un 60-68, diferencia remontable.
Los últimos diez minutos se convirtieron en un ejercicio desalentador para jugadores y afición, en un quiero y no puedo, que dejó al descubierto las carencias más evidentes del equipo. El Clavijo se dedicó a administrar su renta de forma coherente y los pocos acercamientos que realizó el Granada fueron desaprovechados por los locales, que no supieron encontrar el camino para inquietar realmente a los riojanos. El 76-85 final, reflejaba la diferencia real a día de hoy entre ambos equipos. Sin Samb y Francis Sánchez fuera por lesión y con Mark Payne esperando un transfer que no llega, el CB Granada puede sufrir un comienzo de temporada desalentador.
CB GRANADA: Javier Hernández (0), Roberto Guerra (10), Ángel Piwi (6), Jesús Fernández (12), Manu Rodríguez (12), De Cobos (15), Ángel Hernández (0), José Coego (5), Edu Ruiz (6), Federico Ucles (10), Rai López (10).
KNET & ÉNIAC CLAVIJO: Jeffrey Bonds (18), David Mediano (2), Borja Nicolas (6), Alexey Chubrevich (11), Olaseni Abdul-Jelili (4), David Mesa (2), Alberto Ruíz (3), Mathew Ryan (26), Juan Herrero (4), Marerks Mejeris (0), Enrique Reiza (9).
El entrenador del Maracena B señaló que no "han estado tranquilos hasta que acabó el partido en Almuñécar"