Rugir noventa minutos, juzgar después
El 'Nuevo Los Cármenes' podrá llenarse ante el Sevilla y buscará un objetivo común: la primera victoria
El ‘Nuevo Los Cármenes’ se engalanará mañana para una cita muy especial. Ante el Sevilla, el Granada buscará el primer triunfo de la temporada, ahuyentar fantasmas y eludir el descenso. Además, podría hacerlo con el cien por cien de aforo en el coliseo nazarí. Habrá representación hispalense en la grada, pero los cánticos predominantes serán locales. Los hombres de Robert Moreno escucharán rugir a los suyos, que les llevarán en volandas desde las horas previas al derbi.
Tras lo decidido por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, los estadios de Primera División ya sí tienen la posibilidad de ocupar todas sus butacas, sin restricciones de distancias. Los colores de las mascarillas y el rojo y blanco teñirán mañana el estadio. Tampoco habrá necesidad de sorteo y los 12.800 abonados podrán acceder al mismo, unidos a aquellos que deseen adquirir entrada.
Otro factor emocional muy importante será la llegada del autobús. Robert Moreno rectificó, y al cuarto partido en casa ha decidido, junto a los capitanes, que resulta una ocasión necesaria para concentrarse el domingo y que la afición de la bienvenida a su equipo. Los seguidores ya preparan un recibimiento a la altura de las grandes citas, como los vividos contra el Athletic en Copa o el Manchester United en Europa League. El técnico catalán ya comentó ayer en rueda de prensa que, en ese momento, será cuando el jugador número doce marque el primer gol.
Dando una vuelta por redes sociales, donde la afición no esconde sus sensaciones, se obtiene un único sentimiento en común. El de apoyar al equipo desde el minuto cero. Sin pitos, quejas o malas caras. Animar no será una opción, sino una obligación. Los fieles nazaríes han estado un año y medio sin poder acudir al estadio, el mejor año y medio de la historia del club, y ahora quieren demostrar por qué se les echó tanto de menos.
Hasta que Alberola Rojas no señale el final del encuentro, jugadores y cuerpo técnico se sentirán arropados. Una vez que termine, será momento para juzgar. Tanto positiva como negativamente, siempre dependiendo del resultado y la imagen que haya dado el Granada. Con muy poco que le dé a su gente, esta responderá. Pero, también es consciente de la preocupación que existe por ver cómo se está diluyendo la esencia y la identidad generadas estas últimas tres temporadas. Habrá veredicto. Antes de ello, ya habrán celebrado, como mínimo, un gol.
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