El Granada resucita para reenganchar a la afición, 5-1
Los de Fabri consiguen una cómoda e inapelable victoria frente a un Melilla que jugó toda la segunda mitad con dos efectivos menos
Alberto Bueno / GRANADA
Sin duda no fue el partido que se esperaba recibiendo al líder, la Unión Deportiva Melilla. El encuentro sufrió un vuelco notable debido a las dos tempraneras expulsiones de sendos jugadores norteafricanos, tesitura que provocó que la escuadra melillense viera cómo se le escapaban todas las opciones de puntuar en "Los Cármenes" alcanzado el descanso.
Los primeros veinte minutos de partido fueron los más disputados, con el juego repartido a partes iguales y ocasiones, sin mayor peligro, que se sucedían en una y otra meta. No obstante, la cuota de protagonismo en esos primeros minutos la cobraba el Melilla, con un Granada más preocupado por no cometer errores que hilar buen juego, posiblemente temeroso de lo que pudiera opinar el respetable tras el fiasco de las últimas jornadas. Fabri repitió el mismo once inicial que contra el Betis B, deseoso de enseñar que sus sistema es válido y la "chapuza" del sábado pasado no fue más que una pájara transitoria.
La igualdad numérica y de juego saltó por los aires, decantándose para los locales, cuando en el minuto 20 el colegiado mostró la segunda cartulina amarilla al centrar Rubén, el cual minutos antes había visto ya una por obstaculizar a Dani Benítez. García Tébar quitó un hombre de arriba para mejorar su capacidad defensiva, tal vez queriendo ya especular con el empate; opción de partido que se rompió cuando minutos seguidos Tariq remataba con la testa impecable al fondo de la red el centre medido de Nyom desde la banda, para sellar de manera brillante una jugada de manual.
El control del partido se lo consignó entonces el Granada, ya sin presión alguna. El conjunto melillense avanzó los metros cedidos por los rojiblancos, que pretendían ser pacientes para buscar al contragolpe al rival. Táctica que función a la perfección por la banda derecha, donde Ighalo robó un balón para servir de tacón a Collantes, pared de éste con aquel, y el nigeriano que, poniendo sobre el tapete su maestría en la faena, se zafó de la marca de sus defensores y del cancerbero Dorronsoro, ejecutando a placer, suave y elegante, subiendo el 2-0 al soleado electrónico.
Con la lid ya encarrilada, el Melilla tiró por la borda cualquier alternativa de cambiar su suerte en la segunda mitad por culpa de la expulsión de Jonay por protestar enérgicamente al árbitro, cuando el primer tiempo ya había expirado.
Segunda parte de entretenimiento
La segunda mitad, jugando contra nueve, fue un paseo triunfal para los de Fabri, que consiguieron reconciliarse con la afición que abarrotó en la mañana del Domingo de Resurección "Los Cármenes". Jugando para la grada, Tariq y Collantes dispusieron de peligrosas ocasiones para aumentar la renta. El Melilla se situó atrás en su área, con una defensa 4-4 más balonmanística que propia del fútbol, aguantando las acometidas locales como buenamente podían, acusando ya el cansancio en el último tercio del partido.
Ighalo remató en carrera ajustado al palo el centro desde la izquierda de Dani Benítez, en el minuto 54; dos minutos más tarde, "el jeque" Tariq cerraba su cuenta goleadora tocando a placer al fondo de las mallas el pase desde línea de fondo de Collantes, uno de los mejores del Granada. Todavía hubo tiempo para la manita y el 'hattrick' de Ighalo, sirviendo Casares desde la banda.
Los últimos quince minutos de partido fueron de puro trámite, ya con todo hecho. La honra norteafricana llegaría gracias a un potente disparo de Manolo Pérez que desde fuera del área se introdujo de manera implacable por la escuadra de José Juan. Era el merecido gol para un líder que supo plantarle cara al Granada.
La hinchada rojiblanca salió muy satisfecha del estadio, así como Fabri, el cual podrá ahora aguantar una semana ajeno a las críticas que le habían llovido de manera recia durante los días previos al choque, aunque sin perder de vista que las rigurosas decisiones arbitrales, si bien ecuánimes, favorecieron los intereses granadinistas, circunstancia que impide valorar de forma justa el partido. Lo importante: tres puntos más cerca de un Melilla en horas bajas, de la clasificación matemática para la disputa de la liguilla de ascenso... y más cerca de una afición que demanda un Granada fiable.
GRANADA CF: José Juan, Nyom, Rubén, Mainz, Collantes, Dani Benítez (Casares, m. 70), Iván Amaya (Cámara, m. 60), Kitoko, Ighalo (Felipe Sanchón, m. 75), Lucena y Tariq.
UD MELILLA: Dorronsoro, Arnaud, Jonay, Povedano, Rubén, Migui, Pablo García (Manolo Pérez, m. 46), Carlos Ruiz, Chota, Oller (Álex Fernández, m. 63) y Andrés Ramos (Zamorano, m. 21).
GOLES: 1-0, Tariq, m. 23; 2-0, Ighalo, m. 36; 3-0, Ighalo, m. 54; 4-0, Tariq, m. 56; 5-0, Ighalo, m. 74; 5-1, Manolo Pérez, m. 85.
ÁRBITRO: Bernal Moreno, colegio valenciano, expulsó a los visitantes Rubén (m. 20), por doble amarilla, y Jonay (m. 45), de roja directa; amonestó a Tariq, Povedano, Jonay y Carlos Ruiz.
INCIDENCIAS: Encuentro disputado en el estadio 'Los Cármenes' ante unos 12.000 espectadores en una soleada mañana de 'Día del Club'. A la hora de comienzo del encuentro había numerosas colas, tanto en taquillas como en las puertas de entrada al campo. El encuentro no fue ofrecido en directo por la televisión de Melilla tras negarse TG7 a ceder la señal por petición de la entidad rojiblanca.
La granadina salió desde el banquillo en el duelo entre las dos selecciones cuartofinalistas