Álvaro Molina prepara en Cartagena el Bol dOr, prueba de 24 horas del Mundial
El equipo ha mejorado frenos y luces de la BMW para luchar por el Título Mundial tras subir al pódium en Albacete
El equipo de Álvaro Molina sigue preparándose con la BMW S 1000 RR de cara a su siguiente carrera del mundial de resistencia de motociclismo, QTEL FIM Endurance World Championship, que tendrá lugar en la vecina Francia a mediados de septiembre; esta vez con un entrenamiento en el Circuito de Cartagena donde realizaron una sesión mixta, con una parte diurna y otra nocturna, con resultados muy positivos.
Los de Molina están acumulando muchos kilómetros ya que esta modalidad de la resistencia requiere una preparación muy especial y los entrenamientos, aunque parecidos en algunos aspectos, son mucho más largos que los de la modalidad de sprint o velocidad cuyas carreras tienen una duración de media hora aproximadamente.
En esta ocasión, la parte que más se trabajó en la recientemente iluminada pista de Cartagena fue la de las mejoras en la iluminación de la moto ya que la próxima cita, al ser una carrera de 24 horas, se disputa en gran parte por la noche; además, la pista de Magny Cours, donde se celebrará el Bol D´or, no tiene una muy buena iluminación, al menos comparada con otras pistas del calendario como Albacete o Qatar.
Aparte de un amplio espectro de iluminación, con luces muy especiales que funcionan a más de 20.000 voltios, los técnicos tienen que conseguir que el haz de luz ilumine los laterales de la pista para que, al tumbar la moto, el piloto pueda ver el interior de la curva. Se pretende conseguir la luz necesaria para rodar a más de 300 km por hora y con calidad suficiente para aguantar 10 horas seguidas.
Entre otras cosas, también probaron un nuevo sistema de frenos buscando la potencia y duración necesaria para poder cambiar las pastillas a la vez que la rueda delantera cada cuatro horas, con lo que se ahorra mucho tiempo en las paradas en boxes.
De este modo invertirían casi la mitad del tiempo que se tardaría en cambiarlos en momentos diferentes como ocurrió en las 24 horas de Le Mans donde cambiaron pastillas cada 2 horas y neumático delantero cada 4. Aunque parezca fácil, en realidad no lo es porque los frenos de competición frenan mucho pero duran unos 300km, mientras que para que duren 4 horas tienen que llegar hasta los 600km. Además Magny Cours es el circuito más duro del mundo para los frenos porque, tras una recta donde se alcanzan los 320km/h, hay una curva de 50 km/h y otras dos frenadas muy fuertes.
El piloto de Huétor Vega señaló que "estoy muy contento con la evolución de la BMW y todo el trabajo y mejoras que está haciendo el equipo. Está siendo muy duro pero los resultados los están compensando. En la siguiente carrera del mundial el objetivo es mantenernos entre los equipos con opciones a los puestos de honor, porque ya vamos quintos a solo 5 puntos del segundo clasificado y quedan 65 puntos en juego, por lo que todo es posible".
Hay disponibles 28 kilómetros de superficie esquiable repartidos en 33 pistas
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