Pase al hueco
Los exámenes de diciembre
Rendimos primero visita al siempre difícil San Mamés donde nos esperan los bilbaínos cuán ibuprofeno para sus dolores de cabeza en la competición doméstica. Tenemos aplazado el no menos complicado duelo frente al Atleti y, antes de éste se encuentran “los nuestros”; Alavés, Cádiz y Mallorca donde puntuar poco puede resultar determinante para el cese de Moreno. Eso, claro, si el Laguna en Copa no nos saca los colores y todo se precipita, aunque lo dudo.
La tónica otoñal del Granada sigue siendo la de darnos la impresión de que sigue sin jugar claramente a algo, que quiere cambiar esquemas y sistemas según convenga a criterio del técnico, pero ninguno lo domina con claridad sobre otro. Se nos antoja un conjunto vulgar, de fino cristal de bohemia en la parte de atrás al que le cuesta un mundo dar más de cinco pases con sentido ofensivo con criterio, un universo cruzar el medio campo y un milagro disparar entre los tres palos. Un equipo que sólo nos regala buenos momentos cuando sus versos sueltos en el campo se asocian por algunos instantes o minutos, o cuando el rival se toma un respiro para dejar de atizarnos.
La nota discordante nos la dio la victoria frente al Levante que sembró esperanza en muchos de nosotros. Una esperanza que se espera ver de nuevo frente a los vascos el viernes pues, caché histórico aparte, tampoco andan finos y el Granada debe dar el impulso y el golpe de timón que necesita para desmarcarse poco a poco del monto de los de abajo del todo. Hay que ganar, sí, pero hay que hacer fútbol, el que sea, más bonito o más feo, y ajustado a las características de nuestra plantilla. Necesitamos ser fieles a un estilo de una vez, no se trata de hacer cosas extraordinarias sino de hacer las ordinarias extraordinariamente bien, huir de los errores impropios de profesionales, abrazar sistemas clásicos, bien estructurados, bien desarrollados, mecanismos del fútbol que no son necesarios reinventar ni rediseñar, básicos y comunes que necesitan ser trabajados a la perfección para que el juego se sostenga en una raíz sólida de principios sobre los que, una vez dominados y asimilados, podamos crecer.
Muchos me dicen que lo del Levante fue un espejismo, que fue un rival psicológicamente muy afectado. No sé, quizás tengan razón, aunque mi alma, en base a los años de la miseria que me curtieron en sufrimiento y esperanzas inauditas, me inviten siempre a soñar. Como es mi equipo de toda la vida no puedo nada más que desear que todo el otoño que se nos va, haya sido un mal sueño y que este Granada vuelva a transmitir, a parte de ganar algunos duelos, y a que Robert Moreno lo llame el Barsa para ser su entrenador, eso sería consecuencia de que aquí lo habría hecho de maravilla.
@Martosms
La granadina, clave en el ascenso a Segunda División del Detugra RL Granada, ya disputó amistosos con la sub-16 en 2023 y 2024
El técnico del conjunto azulgrana, que ha sumado nueve puntos, ha tenido una dura lucha con Leo Samaja (Purullena CF)