Once Inicial
Sin perdón
Aquellos que sufrimos y nos alegramos con los resultados de nuestro Granada CF estamos asistiendo tristes, cabreados y últimamente casi indiferentes al ridículo devenir de los nuestros en la Liga de fútbol. Lo peor es la indiferencia, que en mi caso ha llegado después de un hartazgo, de un largo y doloroso hartazgo partido tras partido.
Este hartazgo es por la humillación deportiva que estamos sufriendo esta temporada y por las malas decisiones tomadas, quizás desde el preciso momento en que los dueños actuales del Club se hicieron cargo de él, demostrando su nula idea de fútbol, y su nula capacidad de aprender de los errores. El Señor Alfredo García Amado, un hombre de fútbol, parece no tener relevancia en la toma de decisiones, ya que es difícil que alguien que parece competente pueda equivocarse tantas veces. Casi todo lo realizado por esta gente desde su llegada ha sido un error, desde la destrucción total de aquel Euro Granada en todos sus estamentos, que ya nos parece de otra época, hasta los errores cometidos desde el verano pasado, no solo errores en la parcela deportiva, eliminación de Copa por ejemplo.
Hablando del presente, todo han sido malas decisiones, con un verano convulso ante la posible venta del Club que lastró de una manera gravísima la confección del equipo. No hacía falta ser un experto para saber qué, al grupo que inicio la temporada en el Wanda Metropolitano le faltaban un mínimo de cinco titulares. Daba pena y vergüenza comprobar como prensa y aficionados sostenían esta teoría, y como desde el Club mostraban su satisfacción por la confección de la plantilla, insistiendo que la venta fallida del Club no había entorpecido dicha confección. Nos toman por tontos.
Y se inició la temporada con esos pocos mimbres, y con un técnico, Paco López, que siguió fiel a su libreto cuando lo que tenía no le daba para ello. Y vino la esperada debacle, malos resultados, mala clasificación, y la idea de que así nos hundiríamos. Y se ceso al técnico y al director Deportivo, y se le dio las llaves de la parcela deportiva a un Matteo Tognozi que no dudo que sabe de fútbol, pero con nula experiencia en situaciones tan comprometidas.
Y este ficho a Alexander Medina, que tampoco dudo que sepa de fútbol, pero igualmente sin experiencia en estas situaciones ni en el futbol patrio. Eso sí, le dieron al nuevo técnico diez caras nuevas con las que enderezar el rumbo, prueba inequívoca de que las cosas en verano no se hicieron tan bien como nos contaban.
Y si de los diez fichajes solo tres, Batalle, Méndez y Pellistri están cumpliendo, si jugadores de la temporada pasada están a un nivel impropio de la categoría, si las dos perlas con las cuales construir el presente y el futuro del equipo se van por la puerta de atrás, y si el técnico tampoco sirve como revulsivo, pues el desenlace es el lógico, que vamos de mal en peor, con un Club que va camino de empeorar sus peores registros en la categoría, que ya es decir, teniendo en cuenta la chirigota de antaño de Tony Adams en el banquillo.
Y llegados a este punto a la Dirección le quedaba mover ficha o dejarse llevar, pero el público empezó a ponerles en él punto de mira de sus críticas y aparecieron pintadas que pedían su dimisión. Y claro, no lo podían permitir, y tomaron la decisión de prescindir de Medina, tarde, muy tarde, y traer a Sandoval para ver si por segunda vez hacía su particular milagro por estas tierras. Lo tiene muy complicado, pero será al único que no se le podrá culpar cuando se consuma lo irremediable, a él y a la maravillosa afición que demostró frente a la Real Sociedad, lluvia aparte, que está harta y hastiada de tanto error.
Los propietarios deberían de irse, pero también los futbolistas deberían hacérselo mirar. Puedes ser inferior al rival, pero la dignidad y el orgullo nunca deberían de faltar, y a estos futbolistas les ha faltado en más de una ocasión. Si te estas jugando la vida en Mallorca, por ejemplo, se debería de notar en el campo, pierdas o ganes, pero ni por esas. Tampoco tienen perdón.
