Elche volvió a ser rojiblanca
AMBIENTE | Más de un centenar de granadinistas aparcaron la resaca de Nochevieja para acompañar a su equipo en un estadio siempre especial
En la ciudad de la Alhambra, las resacas de Nochevieja transcurren más amenas si el día 2 de enero juega el Granada. Además, si lo hace en un estadio que tan buen recuerdo trae a los rojiblancos, como el ‘Martínez Valero’, la ilusión incrementa su porcentaje. Por eso, más de un centenar de valientes se dieron cita el domingo en el feudo ilicitano para apoyar a los hombres de Robert Moreno. No pudieron regresar con la victoria, pese a jugar toda la segunda parte con un efectivo más, pero sí con la satisfacción y la esperanza de haber completado el primero de muchos desplazamientos en 2022.
A las 9:00 horas partía desde el ‘Nuevo Los Cármenes’ un autobús que transportaba a una cuarentena de aficionados. Cuarentena de cifra, no de aislamiento, aunque dos de ellos sí se cayeron a última hora del viaje por la dichosa pandemia. Ataviados con camisetas y bufandas para la ocasión, cuatro horas y media más tarde desembarcaron en los aledaños del estadio del Elche.
Allí, se encontraron con otros muchos nazaríes que ya aguardaban en los pocos sitios disponibles alrededor del ‘Martínez Valero’ para comer y calentar las gargantas. Estos habían preferido organizar el desplazamiento de forma particular, pero el objetivo era común. Una hora y media antes del encuentro, dieron la bienvenida al autobús que transportaba a la expedición granadinista. Dio la sensación de ser Pintor Maldonado, y no el descampado de aparcamientos que se encuentra delante del coliseo alicantino. Robert Moreno fue uno de los que agradeció el apoyo y mandó un saludo a la afición al bajarse del vehículo.
También dieron una bienvenida distinta al del Elche. Los cánticos se tornaron en llamamientos a una leyenda para los visitantes y bestia negra para los locales. El nombre de Odion Ighalo resonó con fuerza.
La mayoría de ellos se juntaron en una de las curvas superiores del ‘Martínez Valero’. Desde hace varias temporadas, el Elche decidió cambiar la ubicación de las aficiones visitantes en su casa, por lo que la zona donde tanto lloraron de alegría hace once años dos millares de granadinistas no fue pisada, esta vez, por ellos. De igual forma, se pudieron ver tintes rojiblancos en otros sectores de la grada.
Más que disfrutar, sufrieron durante en encuentro, ya que el Elche puso en aprietos al conjunto nazarí en varias fases, aún con un hombre menos. No hubo que lamentar males mayores y el punto arañado significó alargar la excelente racha que alcanza las seis jornadas consecutivas sin perder. Debido a ello, los aficionados aceptaron de buen grado el empate y emprendieron con una sonrisa, ya cansada, eso sí, el viaje de vuelta.
Pasadas las 23:00 horas, el autobús retornaba al sitio desde donde partió catorce horas antes, el fondo norte del ‘Nuevo Los Cármenes’. El agotamiento no fue impedimento para que, incluso, se escuchara un “¿dónde es el próximo viaje?”. “Creo que a Getafe”, respondieron algunos. “Pues habrá que ir”. Esa ilusión después de diez horas de autobús. La de “habrá que ir”.
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Bouldini ha sido la única ausencia del conjunto rojiblanco antes de partir hacia Burgos
El técnico tiene a su disposición a seis jugadores para utilizar en la zona central del campo
