Una nueva oportunidad
Torrecilla dirigirá al Granada en Mendizorroza y, con el parón a la siguiente semana, será un encuentro que pueda decidir el futuro del banquillo
La derrota contra el Elche del pasado sábado no ha provocado que el Granada decida prescindir de Rubén Torrecilla como técnico interino y buscar la contratación de otro hombre.
La cúpula nazarí ha decidido confiar una semana más en el cacereño y se sentará en el banquillo de Mendizorroza para dirigir el trascendental choque del conjunto rojiblanco ante el Alavés, que se presenta como una finalísima por la permanencia.
Tras el encuentro en tierras vitorianas, será momento de hacer balance. El Granada tendrá dos semanas hasta la vuelta de la competición, ya que habrá parón internacional. En caso de otro resultado negativo, la continuidad de Torrecilla se presentaría como una incógnita. La dirección deportiva se debatiría entre dar ese margen para que la plantilla consolidase los nuevos conceptos del ex futbolista o dar el mando a algún inquilino que se encuentre en el mercado y se adapte a las necesidades del equipo.
Pero, ese pensamiento no cabe en la cabeza de los granadinistas. Tras diez jornadas consecutivas sin vencer, la presión aflora y las sensaciones son cada vez peores. No se ha entrado en descenso aún porque el rendimiento de sus rivales más directos es prácticamente similar. La idea del sábado es clara. Una victoria en el feudo alavesista quitaría una losa de encima y aumentaría una confianza en el grupo que, a día de hoy, parece inexistente.
No será fácil la tarea para Torrecilla y su cuerpo técnico a lo largo de la semana. Deben recuperar imágenes de jugadores que hasta no hace mucho tiempo eran piezas fundamentales en el mejor Granada de la historia. Empezando desde atrás, Germán y Domingos Duarte son un mero espejismo de lo que tenían acostumbrados a la afición. Señalados en el partido frente al Elche, aunque el gaditano mejoró su nivel en la segunda mitad, les tocará salir de inicio en Mendizorroza ante la ausencia del sancionado Torrente, una de las pocas buenas noticias de este curso. El centro del campo alineado el sábado estuvo formado por dos grandes futbolistas como son Milla y Petrovic, pero básicamente no existió la medular. Arriba, la gran asignatura pendiente es la eficacia. Ahondar más en el aspecto anímico y psicológico que en el meramente deportivo es una prioridad.
Tendrá también que trabajar el esquema. No funcionó el 5-4-1 contra el Elche, que muy pronto pasó a ser 5-3-2, también estéril. Con Torrente como ausencia segura, resulta complicado pensar en tres centrales, siendo Víctor Díaz la otra alternativa. En la parcela ofensiva, Jorge Molina, el delantero más demandado por la hinchada, tampoco fue titular con Torrecilla, tal y como estaba ocurriendo en la etapa final de Robert Moreno. El alcoyano ya ha demostrado con creces su aportación al equipo y, además, Luis Suárez da sensación de ser más peligroso junto a él en un supuesto 4-4-2.
Según palabras del todavía interino, salió con la cabeza muy alta y orgulloso de sus pupilos en el anterior compromiso. Dista mucho esa postura de la afición, más cansada y desesperada que enfadada. Solo cabe pensar en ganar. Entonces, todo el entorno sí podrá levantar bien alto la cabeza y volver a ilusionarse con un equipo que, tras el paso de las semanas, ha hecho rememorar por ocasiones al que protagonizó el desastroso último descenso en 2017.
@Francalvo1996
francalvo@granadaenjuego.com
El técnico tiene a su disposición a seis jugadores para utilizar en la zona central del campo
La idea del club es ser más accesible para su masa social