El filial pone fin a su mala racha con un triunfo ante el San Fernando, 2-1
El filial rojiblanco repitió como local en Armilla por segunda ocasión consecutiva debido a los cuidados que sigue recibiendo el césped de Los Cármenes para lucir su mejor aspecto.
El cuadro rojiblanco se está viendo inmerso en una crisis de resultados que le ha llevado a la zona media baja de la tabla y la necesidad de sumar se hacía primordial. Al banquillo regresaba tras su fugaz paso por el primer equipo Lluís Planagumá, y la vuelta a la titularidad de Sulayman tras varios meses en el dique seco debido a una grave lesión producida durante la pasada campaña, lo que invitaba al optimismo en cuanto a una vuelta a la normalidad para el filial nazarí. El precedente no era bueno en la instalación armillera tras la derrota ante el Lorca, y esta vez enfrente estaba el San Fernando, el cual está realizando un gran inicio de temporada y que se antojaba como una piedra de toque complicada. Después de una soporífera primera mitad en la que ningún conjunto dio un paso adelante para irse al descanso por delante en el marcador, llegó la ansiada reacción en donde un par de golpes rojiblancos hirieron de muerte a un San Fernando que vendió muy cara de su derrota y que hizo méritos más que suficientes como para haber sacado al menos las tablas.
Primera mitad que sobró en su totalidad
El choque comenzó sin grandes florituras. Ambos equipos se estudiaban y velaban armas para sacarlas a relucir con el avance de los minutos. Algunas timida llegada era lo más destacado de un partido al que el filial pareció cogerle algo más el pulso llegado al primer cuarto de hora. Sin acciones demasiado comprometidas para la escuadra isleña llegaba algún balón al área azulona. La más peligrosa estuvo en las botas de Luis Suárez que tras abrirse paso entre la zaga disparo muy desviado a meta. El cuadro visitante procuró no dejarse intimidar para que su enemigo no se le subiera a las barbas y con alguna acción a balón parado y colgado al área también disfrutaba de presencia ofensiva. Sin embargo, el juego no estaba tan movido como para llevar jugadas que inquietaran con seriedad el arco de cada oponente. Sin nada importante que aconteciera sobre el terreno de juego el crono seguía consumiendo sin remedio hacia un descanso de 'cerocerismo' en el marcador. Las imprecisiones en la línea de tres cuartos y el nulo desborde por banda hacían del juego un espectáculo sin ton ni son. A balón parado ninguna escuadra tiraba de estrategia o aprovechaba estas situaciones de facilidad ofensiva para desnivelar una balanza excesivamente equilibrada tanto en el resultado momentáneo como por lo expuesto sobre el piso. Con semejante panorama solo los errores podían impedir que ambos metas se fueran con los deberes hechos a la caseta. Una pérdida de Galindo en campo isleño permitió la recuperación de Luis Suárez que enfiló con gran velocidad la portería de Salva, sin embarco el ariete careció de colocación en su disparo y envío el cuero sobre el cuerpo del arquero azulino. Los rojiblancos colgaron un balón sobre el area chica en el que no entendieron ni zaga ni el propio guardameta y esto estuvo a punto de costar un disgusto al equipo de Antonio Médez.
El descanso revierte
la situación
El paso por vestuarios no refrescó ideas y la inercia de hecatombe futbolera parecía inevitable. Ambos equipos se contentaban con ese juego en el que ningún equipo sufría y tan solo a balón parado consiguió romperse la debacle en la que estaba sumido el enfrentamiento entre nazaríes e isleños. Un córner botado desde el costado zurdo lo prolongó un jugador granadinista y lo tocó en última instancia con la testa Sulayman para alojar por el segundo palo la bola dentro de las mallas azulonas. No podía tener un mejor premio y regreso a los terrenos de juego el centrocampista rojiblanco que conseguía abrir la lata. Carralero galopó por la banda marchándose sin demasiada oposición para ganar línea de fondo y meter un centro al que no llegó ningún rematador en lo que fue la reacción al gol encajado por parte de los gaditanos, pero este empuje se vio frenado en seco por un nuevo tanto acto granadino. El desconcierto lo aprovechó mejor el filial para para asestar un nuevo golpe a su dislocado rival y tras un rechace del guardameta Salva a lanzamiento de Luis Suárez el esférico cayó en las botas de Pol Llonch que remató tal como venía aumentando la renta local. El buen trabajo, al menos defensivo, de los visitantes se desplomó en tan solo dos minutos y Antonio Médez comenzó a mover el banquillo para buscar la reacción. Ali mallé tuvo la ocasión de hacer el tercero con disparo cercano a la cruceta desde el vértice del área y tras varios minutos de mejor juego azulón, que con los refrescos ganó enteros en ataque llegó el gol de Edgar para recortar diferencias en una nueva indecisión entre el cancerbero y la defensa nazarí en donde Edgar ganó la partido por alto con un cabezazo que encontró el camino de la ortería rojiblanca para júbilo de la entregada afición desplazada a tierras granadinas. El tanto espoleó por completo a los gaditanos que comenzaron a sumar llegadas peligrosas sobre el área local, siendo la más clara un disparo de Regino que en el punto de penalti no acertó entre los tres palos con todo a su favor. Luis Planagumá le vio las orejas al lobo y quiso frenar la tempestad en la que se había convertido el cuadro visitante en pos de devolver la igualdad al marcador, e incorporó a Entrena en la línea de defensiva para dar más empaque a la zaga. Y la fórmula pareció surtir efecto ya que el Granada B cortó la sangría e incluso metió el miedo en el cuerpo con un disparo de Hongla que atajó el arquero. Matheus sirvió la bola sobre el área de meta y Entrena no pudo conectar con el cuero en una ocasión más que manifiesta para haber cerrado la contienda.
El partido comenzó a convertirse en un correcalles y los nervios ya pasaban factura en uno y otro conjunto. Edgar reclamó un penalti aunque el colegiado señaló la infracción finalmente fuera del área. Sergio Castillo remató el balón junto al palo pero el San Fernando no contaba con claridad ni frescura en sus ideas, si bien es cierto que nunca le perdió la cara al encuentro el cuadro isleño, algo que finalmente no le valió a los visitantes para llevarse algo positivo de su visita a Granada ante un filial que pudo conseguir el triunfo varias jornadas después.
Granada CF B: Ballester 1, Corozo 3, Hongla 2, Tomás 1, Estupiñán 2, Sulayman 3 (Hugo 1, 68'), Pol Llonch 3, Navarrete 2, Luis Suárez 2 (Matheus 1, 82'), Clifford1 y Aly Malle 2 (Entrena 1, 76').
San Fernando CD:
Salva de la Cruz 2, Regino 2, Luque 1, Castillo 2, Fran 1, Lolo 2, Óscar 2
(Edgar 3, 57'), Galindo 2, Espinar 1 (Sergio Jiménez 2, 63'), Carralero1
(Francis 2, 63') y Dani 1.
Goles: 1-0 (54') Sulayman, 2-0 (56') Pol Llonch, 2-1 (70') Edgar.
Árbitro: Díaz Escudero, del colegio murciano. Amonestó a los locales Tomás, Hongla, Ballesté y Pol Llonch, así como al visitante Fran.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada octava de liga en el grupo IV de Segunda División B disputado en la Ciudad Deportiva de la Diputación ante unos 200 espectadores, con más de medio centenar de aficionados desplazados desde la isla.
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