ONCE INICIAL
A ganar al Almería. Somos mejores
Tras el partido de Anoeta estamos tres puntos por encima del descenso ( falta por jugar un Valladolid- Real Madrid) y a falta únicamente de dos partidos. Lo que debería de ser tranquilidad y confianza, realmente es nerviosismo y preocupación, una situación anímica que se produce única y exclusivamente por deméritos propios, por dejar pasar, sobre todo en casa, oportunidades únicas. No hemos sido fiables.
Y menos mal que finalmente se puntuó frente a La Real, en el último minuto y por obra de esa especie de milagrero en el que se ha convertido Ighalo. Nos arrollaron los donostiarras al principio, con un Ilori peor que otras veces, nivelamos el partido hasta el descanso, nos volvieron a superar, volvimos a nivelar, nos marcaron y empatamos al final. Hubo ocasiones para ambos, es verdad que más para ellos, pero dos disparos de Recio en la primera mitad, y El Arabi a dos metros de portería y Piti con un disparo al palo ya en la segunda mitad también la tuvieron. Entre medias las expulsiones de Recio, por protestar, y de Iñigo Martínez, por una durísima entrada. Que un ya te vale sea motivo de expulsión es indignante, pero que los jugadores deben de saber que con sus expulsiones amenazan la permanencia del equipo es evidente. La jornada anterior, la expulsión de Brahimi condiciono totalmente el partido en nuestra contra.
El equipo compitió ante un rival que lo dio todo (esperemos que el Sevilla peleé la 5ª plaza con igual entusiasmo), a diferencia de actitudes vergonzosas que estamos viendo de equipos que ya no se juegan nada y que están favoreciendo a equipos que como el nuestro se están jugando la permanencia. Ver la pelea de La Real y compararla con la pelea de equipos como Betis, Málaga o Español te hace pensar que evidentemente muchos equipos pecan de falta de profesionalidad. Nuevamente se vio que el equipo no está capacitado para lo que el entrenador desea. Con la expulsión de Recio quedo de manifiesto la falta de centrocampistas de nivel en la plantilla, y se comprobó que Piti y sobre todo Riki no están para ese 4-3-3 donde les toca subir y bajar la banda constantemente. Acabaron rotos por el esfuerzo, y sin fuerzas para lanzarse al ataque. Ni Lucas por lo general ha acertado, ni ha tenido los mimbres necesarios para hacerlo.
Y ahora el Almería, un equipo que nos vapuleó en la ida, en una nueva oportunidad para certificar la permanencia. El Almería viene de jugar y de ganar dos partidos extraños, uno frente al Español donde tenía el partido perdido y pudo remontarlo tras expulsión rival, y otro frente al Betis en el descuento y tras perdonarles el árbitro un penalti clamoroso en área almeriense. Está claro que nuestro próximo rival se ha enfrentado a dos rivales sospechosos que no han puesto gran intensidad. Y eso es precisamente, intensidad, lo que deben de poner los nuestros desde el primer segundo, que note el Almería que se enfrentan a un rival necesitado, a un rival que juega con el apoyo de su afición, a un rival que va a ir a por todas, y a un rival superior a ellos.
No hay otra, no hay más cuentas de la lechera. Solo queda ganar, solo queda pelear, solo queda que el balón quiera entrar, solo queda que no haya errores infantiles y que no haya expulsiones. No sé si en lugar de Recio jugará Riki, Brahimi, Fatau o Buonanotte, ya eso da igual. Ya solo falta ganar, certificar la permanencia e ir a Valladolid con los deberes hechos. Solo queda demostrar que somos mejores, de una vez por todas.
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