ONCE INICIAL

Jaime Lucena | 21 de mayo de 2014

Jaime Lucena (GRJ)

El sufrimiento en el ADN del Granada

Me van a permitir ustedes que comience por Lucas Alcaraz. El día en el cual el equipo alcanzaba el objetivo de la permanencia, él anunciaba su marcha en una, bajo mi punto de vista, personal y emotiva rueda de prensa. Está claro que Lucas ha logrado el objetivo del Club, pero coincido con él en que el equipo necesita una cara nueva en el puesto de técnico jefe. Lucas, que estoy seguro no ha parado de trabajar y quiere a su Granada CF como poco igual que el que más, ha decidido dejarlo y no aprovecharse de la ola de euforia que rodea al equipo. Le honra. Por cierto, tremendo el reportaje de Canal + de Lucas acordándose de toda la familia de Nyom en Valladolid. Grande.

En mi opinión el Granada necesita otro técnico, y aún reconociendo el mérito del objetivo cumplido, yo soy de los que en general no ha estado contento con su labor, por razones creo que muy defendibles, alejadas de toda visceralidad. Creo no ha sacado todo el rendimiento a la plantilla, no la ha imprimido de carácter, no ha sabido modificar resultados adversos en el transcurso de los partidos, no se planto en Navidades ante una mala gestión deportiva de arriba, utilizo un sistema no acorde a sus jugadores, se olvidó de jugadores en momentos no se sabe muy bien porque etc.

En la rueda de prensa hablo del excelente trabajo de Pina, innegable excepto para muy pocos, y por ello no entiendo las declaraciones post partido del presidente cuando dijo que un día tendría que salir corriendo de Granada, hablo de lo heterogéneo de la plantilla, problema de difícil solución con la política actual y manifestado aquí en varias ocasiones, y hablo de lo difícil que es entrenar al equipo de tus amores. Entiendo que ni él ha estado fino, ni la peculiar filosofía de fichajes que tiene el club le han facilitado su trabajo. También recordó las apreturas económicas y organizativas del Club no hace tanto tiempo. Aún con todo, se va feliz y tranquilo por dejar al equipo de sus amores entre los grandes un año más. Es para estarlo.

En cuanto al partido, y después de una semana que empezó con indignación, continuo con tristeza y resignación, para terminar en esperanza y fe antes del partido, el mismo, y como no podía ser de otra manera, se vivió con un grado de tensión altísimo, quizás un punto por debajo de lo vivido en Elche y Vallecas pero casi. El equipo salió bien, tuvo algo de fortuna en ocasiones del rival, y más fortuna todavía en el gol materializado. Por si las circunstancias no eran ya lo suficientemente tensas, por mor de la avalancha producida en Pamplona, el descanso duro una eternidad, lo que elevo si cabe un poquito más el estado de ansiedad de todos. Una vez los equipos en el campo, el Granada controlo perfectamente al rival, e incluso se acerco a la portería rival con mucho peligro, sobre todo por parte de Brahimi e Ighalo. Mención especial a Roberto y Mainz. Con el pitido final se desato la lógica alegría, se soltaron los nervios, y se fue consciente de que la próxima temporada seguiremos con los mejores. Un sueño que hay que agradecer a Fabri, a Resino, a Anquela, a Lucas, y sobre todo a Pina y a su equipo. Debe este de convencerse que la inmensa mayoría de la afición del Granada CF sin duda alguna no solamente está con él, sino que sabe que sin él, cualquiera sabe donde estaríamos.

Enhorabuena a todos, ahora vendrán las noticias de futuras altas y bajas, comenzando con la del técnico. Ojalá se monte una plantilla ya no solamente mejor que la actual, sino una plantilla con más carácter, no tan frágil mentalmente y quizás más unida, esto si más probable de alcanzar. Más jugadores nacionales sería mi clara receta.

Y quiero acabar tal y como empecé, con Lucas Alcaraz. Señor Lucas, que le vaya fenomenal en su nuevo proyecto profesional, por lo menos como le ha ido en su Granada y con su Granada, cumpliendo objetivos desde el primer al último día. Gracias.

jlucena@granadaenjuego.com

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