ONCE INICIAL
Caparros ahora parece más un problema que una solución
Lo he repetido ya en varias ocasiones, mis candidatos a técnico en el verano eran, y por este orden, Paco Jémez y Pepe Mel, pero cuando se ficho a Caparrós me pareció un acierto y me agrado su fichaje, a pesar del discurso futbolístico tan diferente a los otros dos. Ya se sabía que su propuesta de juego era algo rácana y muy defensiva, pero el armar un bloque sólido, el compromiso que obtiene de sus jugadores y saber sacarles lo mejor de cada uno, me llevaba al optimismo. Me veía salvando la categoría fácil.
Después de 9 partidos sin ganar, muchos con un juego deplorable, los defectos de los equipos de Caparrós se han manifestado todos, pero sus virtudes se han desvanecido como un azucarillo. El equipo ni ataca, ni defiende bien, ni tiene orden ni estilo propio.
En Sevilla el equipo salió made in Caparrós, es decir, no a ganar sino a no perder, que es muy diferente. La propuesta parecía algo distinta con la inclusión por primera vez en la temporada de Márquez en el once inicial, pero todo se vino abajo con su pronta lesión y su sustitución por Eddy, futbolista mucho más físico pero menos técnico. El equipo solamente se defendía, y mal, ya que un muy regular Sevilla pitado por su afición coleccionaba ocasiones ante Roberto. Un fallo garrafal de este y de su defensa provocaron el primer gol rival, pero de manera inesperada los nuestros empataron tras jugada de falta ensayada. Empate y descanso. Habíamos tenido suerte, mucha suerte.
La segunda ofreció todos los males de los nuestros, nulos en ataque, una sola llegada de Córdoba, pobrísimos en defensa, más una nueva cualidad, bajada de brazos impropia de unos profesionales. El segundo y tercer gol sevillista son de chiste, de patio de colegio, y el cuarto y el quinto son producto de una dejadez y abandono tremendos.
Es verdad que Caparros no acierta, pero es que algunos de sus jugadores o están por debajo de su nivel, casos del flojo Roberto, del poco contundente Murillo o del inoperante Rico, o están muy por debajo de su nivel como el inocuo Piti, o cada partido lo hacen peor, lo cual es dificilísimo, como es el caso de un Iturra que ya ni sabe defender ni sabe achicar. Lo de crear y encontrar al compañero lo dejaremos para otro día. Y se han nombrado a una serie de jugadores que debieran de ser vitales en nuestro equipo.
Y ahora viene el Córdoba en Copa, con el dilema para el técnico si sacar a los titulares, con el riesgo de cansancio frente al Valencia, o sacar a los reservas, con el riesgo de recibir un meneo por parte del Córdoba y que la afición explote definitivamente. Aunque la verdad, para ser sinceros, la diferencia entre titulares o suplentes es mínima, todos en un perfil bajísimo. Y luego el Valencia en liga, que visto lo visto nos puede dar un repaso de los buenos, aunque en fútbol todo es posible. El que no se contenta .
La pelota está en el tejado de Pina y Cordero. Desgraciadamente vuelve a confirmarse que no estuvieron acertados en verano a la hora de confeccionar la plantilla, eso es evidente, y supongo que tendrán muchas dudas sobre la labor del técnico, lo contrario sería un acto de irresponsabilidad. Lo que ven no les debe de gustar nada en absoluto.
Evidentemente si en estos dos próximos partidos la imagen y los resultados no cambian, la destitución de Caparros estaría en boca de todos, con independencia del coste del cese. Estar diez partidos sin ganar y con un mal resultado frente al Córdoba en Copa sería difícil de aguantar incluso para Ancelotti. El cambio de patrón sería una necesidad.
Pero todavía queda tiempo, todavía tengo esperanzas que el técnico ajuste piezas y construya un equipo competitivo y ganador, y hay tiempo para que jugadores vitales para este equipo den un paso adelante y salgan de las cloacas futbolísticas, pero el tiempo no es ilimitado, nueve jornadas sin ganar son demasiadas, y la constatación de que hoy, tu equipo junto al Córdoba son con diferencia los dos peores conjuntos de la categoría( el Almería pese a perder frente al Rayo hizo un gran partido ) es duro y muy peligroso. Caparros, vuelva a ser usted parte de la solución y no el problema.
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