TRAS EL CRISTAL CON QUE YO MIRO
Tarde fría en el Nuevo Los Cármenes, de temperatura y de juego, para el sufridor espectador.
Los primeros compases del partido, parecían hacer creer al espectador que hoy sí, que el Granada era un equipo grande, que quería la posesión del balón y el Athletic era un equipo pequeño preparado para jugar a la contra y con balones largos buscando a Aduric. Pero la realidad del juego es que el Atletic habia estudiado muy bien al Granada en los pocos partidos que lleva Abel Resino.
Desde el primer momento, se vio que el Athletic le cedía el balón al Granada, pero sabía perfectamente lo que tenía que hacer y no era nada más que tapar la salida del balón por banda izquierda del Granada y dejar que saliese por banda derecha, la débil del Granada, en construcción de juego. Así, tanto Nyom como Lass, una y otra vez perdían el balón y evitaban la progresión del juego y las posibles ocasiones de gol, que en la primera parte fueron casi inexistentes. No así para el Athletic , que sin realizar un desgaste excesivo, llegaba poco más que el Granada.
La segunda parte cambio todo, el Granada realizando envíos a Colunga para evitar esa primera y segunda línea de presion del Athletic, pero con un jugador de referencia como es Adrian frente a Gurpegui y De Marcos poco podía hacer. Así vimos una fase del partido que parecía que nadie quería el balón hasta que la roja de Insúa cambió el partido.
Un partido loco, en el que el más beneficiado podia haber sido el Granada, si no fuera por las ocasiones fallidas. Si Piti hubiera llegado bien físicamente al tramo final del partido, no habría fallado y los tres puntos hubieran caído para el conjunto Nazarí.
Queda una jornada menos y mucho trabajo para Abel y los suyos.
El próximo lunes comenzará el segundo y último turno del campamento de verano del Coviran