ONCE INICIAL
No encuentro argumentos para el optimismo
Lo intento, de verdad que lo intento, pero veo pocos, poquísimos argumentos para pensar en la salvación de nuestro Granada CF. Solamente encuentro argumentos externos, del tipo en fútbol todo es posible, otras veces el milagro ha ocurrido, cosas más difíciles se han visto y cosas parecidas. Pero argumentos, lo que se dice argumentos de verdad, de los que trasmita el equipo, casi ninguno.
Estamos penúltimos por deméritos propios, por un poco de mala suerte, por un poco de decisiones arbitrales contrarias, pero por un mucho de jugadores de nivel bajo o muy bajo tanto física, como técnicamente que nos han llevado a estar donde estamos, muy cerca de la segunda división. Un equipo que es el menos goleador de la categoría junto al colista Córdoba, y que es solamente superado por Levante y Rayo en goles encajados, no puede quejarse del empedrado, es que son flojos. El juego pobrísimo en muchos partidos, indigno de un equipo profesional en algunos de ellos, los errores constantes individuales de los nuestros que nos han costado puntos, la falta de compromiso en otros, y la incapacidad para ganar partidos nos hacen estar donde estamos, penúltimos al borde del descenso.
Tiempo habrá para comentar lo sucedido y del porque estamos así, pero en mi opinión el resumen es sencillo. Mala planificación de la plantilla, con puestos importantísimos sin cubrir decentemente, sin hombres gol, error este repetido año tras año, y con jugadores muy poco comprometidos con el Club, que saben que están de paso, y que carecen de implicación. La responsabilidad de Pina y Cordero es indiscutible, como indiscutible es todo lo que ha crecido nuestro equipo desde su llegada. Ambas realidades son claras, y solamente hablar de lo que han hecho mal sería injusto.
De los 5 partidos de liga que quedan, deberíamos de ganar cuatro, y cuatro han sido los partidos que los nuestros han ganado en 33 jornadas. Suena duro, ¿verdad ?. Hay que ganar al Español en casa, pero sin ir más lejos, fuimos incapaces de meterle mano a un pobrísimo Eibar. Luego habría que ganar en Getafe, pero sin ir más lejos fuimos incapaces de ganar al Almería en un tristísimo partido de los nuestros. Luego habría que ganar a un Córdoba que nos humilló en la ida, y vencer en Anoeta a una Real cuya plantilla en calidad está varios escalones por encima de la nuestra. Pensar en ganar al Atlético de Madrid el último partido de liga suena a ciencia ficción. No encuentro argumentos para él optimismo, lo siento.
Del partido frente al Valencia nada que decir, o si, según se mire. Que parecía no ser un partido de nuestra liga, lo cual, a falta de 6 jornadas y en puestos de descenso me deja perplejo, que aguantamos 25 minutos hasta el gol rival y después nos hundimos, como otras muchas veces, que no tiramos a la puerta rival, como otras veces, que nos mostramos tremendamente inferiores al rival, como tantas veces, que salimos goleados, como muchas veces, que desespera ver la inocencia e inoperancia de los nuestros, como casi siempre, que, ., que no encuentro argumentos para él optimismo, lo siento.
En definitiva, que el próximo domingo o tenemos 6 puntos más, o nos despedimos de la categoría de forma clara y evidente. O ganamos al Español y al Getafe o adiós, y me da igual lesiones o sanciones, que salgan los que están convencidos de que esto se saca adelante, y me convenzan a mí y a otros muchos. Quizás estemos a tiempo del milagro, quien sabe, pero milagro sería, con independencia de sanciones a equipos por no pagar o por no cubrir los presupuestos, que son cuestiones de despachos, no de fútbol.
Y para finalizar una reflexión. Si se baja a segunda será una gran tristeza, pero seguiré con el Granada CF siempre. Si se baja a segunda que no se le atice a Pina hasta por el paro que hay en Granada, que sería muy injusto no reconocer sus enormes méritos al frente de nuestro equipo. Pero ya sea en segunda o en Primera, Pina y Cordero deben de espabilar, que su trabajo en la confección de las sucesivas plantillas del equipo en Primera División ha sido muy deficiente, con la guinda de este año. Nadie esperaba el gatillazo de Caparrós, pero la plantilla era corta, cortísima en cuanto a calidad, posiblemente la más floja desde que llegamos a la categoría. Debe de ser muy difícil fichar para un equipo modesto, pero también lo tiene que ser para equipos como el Celta, el Getafe o el Levante, y no digamos para otros como el Elche o el Rayo, prácticamente sin dinero para fichar, y, nos sonroja cualquier tipo de comparación con ellos.
No encuentro argumentos para la salvación, pero aún sigo pensando, o soñando con ella. Quien sabe, cosas más raras se han visto, en el fútbol todo es posible, quizás los nuestros despierten
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