ONCE INICIAL
Insoportable candidez
Volvió a pasar, y volvió a pasar que yo, como muchos otros nos imaginábamos un final como el de Cornellá, y nos lo imaginábamos porque no es la primera vez que pasa, y nos lo imaginábamos porque sabemos que tenemos un equipo de pardillos, un equipo que no tiene ni idea de cerrar un partido que se han merecido ganar. Como en Gijón, como tantas y tantas veces pudimos ver el año pasado. Los jugadores cambian, la pardillez permanece.
Paso lo de tantas veces, paso que tiramos a la basura dos puntos por cándidos y bisoños, paso que cuando menos se tiene que jugar al fútbol, más loco se vuelve este, paso que perdonamos contras muy claras, paso que fallamos estrepitosamente atrás. Paso de todo, y todo malo.
El gol que encajamos en el 94 es de chiste. Piti pierde un balón, y en lugar de revolverse como un loco para recuperarlo se queda protestando. El balón va hacia nuestra banda derecha, y tiene que cerrar Khrin porque ni Foulquier ni Rochina están cubriendo esa banda. ¿Cómo es posible que ganando y con el tiempo cumplido ni el lateral ni quien le ayuda estén cubriendo la banda?, ¿Dónde estaban?, ¿qué carajo estaban haciendo?. El rival cuelga un balón al área, y en esta, con el tiempo cumplido, un rival como Asensio, que se caracteriza por su juego de pies pero ni mucho menos por su juego de cabeza, se encuentra completamente solo, y claro está, remata. Este lo saca en primera instancia nuestro portero, pero para terminar la faena, la defensa continúa mirando o en la higuera, que para el caso es lo mismo. Ante la atenta mirada de los nuestros, Caicedo que andaba por ahí decide rematar, pero flojo y mal, pero el balón le da a Babín que es incapaz de rechazar el mismo, y este entra mansamente en nuestra portería. ¿Qué el gol fue en fuera de juego?, y que importa, para ese momento estos tíos nos habían hundido la moral todavía más, otra vez ocurrió, y no estampe el mando contra la tele porque no se lo merecen.
El relato del gol no ha sido exagerado en ningún caso, y para desgracia de los seguidores y vergüenza de los jugadores fue así, parece de chiste, pero no lo fue.
¿Y ahora qué?. Pues no lo sé, supongo que si esto sigue así cesaran a Sandoval, lo cual me parecería una injusticia. Comento con amigos míos de Granada que saben mucho de esto, pero en esta cuestión discrepamos. Ellos creen que Sandoval tiene y debe tener las horas contadas, y yo no lo comparto. Sí, es verdad, el técnico tiene un alto grado de responsabilidad en diversas cuestiones como es no dotar de carácter al equipo, dar oportunidades una y otra vez a ciertos jugadores que no están (Rochina, Rico) y no probar a otros que se les suponen muy buenas cualidades (Nico, Robert), y tomar decisiones extrañas como mantener en el campo a El Arabi cuando era un hecho que estaba cojo, que se iba arrastrando por el campo.
Pero el Mister no tiene culpa de que sus jugadores no tengan ni puñetera idea de eso que Luis Aragonés llamaba el otro fútbol, no tiene culpa de que cuando el partido demanda no jugar al fútbol y dormirlo, es cuando el partido se convierte en un loco ida y vuelta, no tiene culpa de que Rochina juegue con tal suficiencia que dilapide ocasión tras ocasión, no tiene culpa de que Rico no solamente no sepa parar y tranquilizar el juego, sino que su salida siempre coincida con el comienzo de la locura de partido, no tiene culpa que Foulquier decida abandonar su puesto en el 94, o que un rival remate solo de cabeza en el mismo minuto. Estoy de acuerdo con Sandoval, en esto del fútbol o se nace listo, o es muy difícil hacer un listo de un pardillo.
En definitiva, otro palo enorme tras un partido bien jugado en líneas generales y donde nos debimos de llevar el choque de calle, pero que no fue así por lo ya explicado. ¿Qué pasará en Vallecas? . Cualquiera sabe. Con este nivel de concentración me espero cualquier cosa.
Solamente si vamos ganando por 3 goles y faltan 5 minutos empezaría a estar tranquilo. Ya no me fío. Estos son capaces todavía de más, de hacerlo peor vaya, o esa impresión dejan.
Y lo peor es que la relación técnico jugadores se ha podido empezar a deteriorar después de las declaraciones del técnico tras el partido de Cornellá. Comparto sus declaraciones y su estado de ánimo. Quizás intuye que su silla empieza a moverse simple y llanamente por la candidez, bisoñez y estupidez de sus jugadores. Y eso, justo no es.
Lo bueno, lo único bueno es que cuando no meten la pata hasta el fondo, los jugadores han demostrado que tienen calidad para sacar los partidos adelante. Lo malo es que también han demostrado que saben perfectamente como cagarla, y a base de bien.
El equipo del poniente hizo buena su ventaja en la ida tras empatar en el Medina Lauxa ante el Santa Fe