MINUTO 28

Santiago Martos | 20 de enero de 2016

Santiago Martos (GRJ)

Hay tiempo de remediar la caída

El Granada ha vuelto, una vez más, a dar la de cal frente a un Éibar que dio una lección de cómo jugar al fútbol cuando te lo ponen en buen paraje. Los rojiblancos volvieron a ser un azucarillo; de apariencia compacta, de bloque en primera apariencia, pero que se deshace en segundos en cuanto roza cualquier fluido con él. Y por enésima vez.

Se hace duro para cualquier aficionado que pueda o tenga oportunidad de elevar a pública su opinión, el tener que decir lo que piensa al cien por cien. Es un conflicto interno donde se debate la rabia, la sensatez y el cariño por unos colores. Uno cree a veces que es mejor obviar ciertos detalles y potenciar los que quizás puedan ayudar a revertir la situación. En plan de aportar el granito de arena ya saben. Lo cierto es que de igual forma también se puede pensar que quizás no llamando a las cosas por su nombre sea una forma de perjudicar, en un intento de no crear o fomentar corrientes de opinión de apariencia negativas, pero que quizás puedan servir para abrir los ojos a alguien.

Sinceramente creo que, a día de hoy, premia la objetividad y sus evidencias para formarse una idea de lo que tenemos entre manos.

Esas evidencias nos dicen varias cosas. La confección de la plantilla ha vuelto a ser desastrosa por quinta temporada consecutiva. Si bien se ha cumplido el objetivo de la permanencia en las cuatro campañas anteriores, no es menos cierto que la imagen general del equipo, con contados y honrosos momentos puntuales, ha sido lamentable, paupérrima. Hemos tenido entrenadores de todo pelaje, plantillas casi renovadas de un año a otro, etc, pero la tónica de salvarse in extremis y el pseudomilagro de que haya habido tres con menos puntos que nosotros, no digo ya peores, ha sido nuestro bagaje en cuatro años y medio. La afición, no puede decirse otra cosa, es digna de beatificación futbolera no cabe duda, para quitarse el sombrero.

El origen del problema es ya una rambla desbordada tras una gota fría. El míster busca una vacuna a la desesperada con ensayos clínicos en momentos delicados, cuando el virus ya actúa fuertemente en sus huéspedes. No deja de correr riesgos con formulaciones de todo tipo en una huida hacia delante que ha sido la perdición. El desánimo, la incompetencia, la falta de fe, de diligencia, de compromiso y del más mínimo atisbo de orgullo o amor propio son las sensaciones que se vienen a la mente de forma constante cuando piensas cómo es el juego del Granada.

La dirección deportiva del club, sus gestores deportivos, han vuelto a dar la de cal en una primera vuelta sonrojante. A estas alturas todos los aficionados ya saben cómo es el modelo deportivo del Granada. Saben sus pros y sus contras. Pero la percepción es que cada vez más tiene más contras que prosVer ganar al Granada en Los Cármenes es muy difícil, hacerlo con solvencia inimaginable ahora mismo. Pensar en que las joyas del equipo maduren un poco en el seno del club se antoja una quimera. Empezamos temporada con la ilusión de que fuera, por fin, la temporada de la estabilización del equipo en la máxima categoría, la de la consolidación definitiva de un club y unos aficionados que han luchado mucho en el panorama futbolístico por excelencia para llegar a este punto. Pero no llega.

Creo que Sandoval no debería seguir, con todo el cariño. La alternativa de Francisco tampoco la creo adecuada, con todo el cariño también. Al primero ya no le quedan más tiradas ni bazas que hacer salvo que el contrincante tenga cartas aún peores en la mano y broten flores de un día como sucedió frente al Sevilla. El segundo es muy joven y su experiencia corta. Tiene buenas dotes técnicas y las ilusiones y desparpajo propios de quien tienen todo por ganar en su carrera de entrenador. En el Almería tuvo la normal presión por salvar al equipo del descenso, pero quizás con la válvula de escape de que su juventud e inexperiencia justificarían el no conseguirlo y eso actuaba como atenuante suavizando las derrotas y celebrando con cierto entusiasmo los puntos, pero este Granada necesita algo más que eso, el CF no es la UD y Granada no es Almería.

Hay que fichar pero con criterio. Hay que traer gente cuya trayectoria y méritos balompédicos mejoren holgadamente lo que tenemos. Por lo menos uno por línea. Hay que invertir sin más remedio para no irse a segunda. Eso junto con un entrenador clásico y con carisma se antojan, en mi humilde opinión, ingredientes necesarios para volver a quedarnos en primera. Quedan dieciocho partidos por delante, dieciséis si quitamos a los cocos. Hay tiempo de remediar la caída y de cortar la hemorragia.

@martosms

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