MINUTO 28

Santiago Martos | 16 de febrero de 2016

Santiago Martos (GRJ)

El día de la marmota

Lo he leído en un periódico digital de Granada y sí. Es como esa película que protagoniza Bill Murray en la que un antipático periodista queda atrapado en el tiempo preso de una especie de maleficio, levantándose por las mañanas una y otra vez en el mismo día del calendario. Así está el Granada quien, no faltando a la serie de tópicos futboleros, recibió unos azotes técnicos y de fútbol por parte de la Real tras un meritorio papel ante el galáctico Madrid. Y en esas seguimos.

He dicho en varias ocasiones que ya se aspira a ganar como sea. Que el aficionado en general quiere puntos a costa del juego si es preciso. Algunos como el que les escribe vuelve a desear que esto acabe cuanto antes; anhelando ya los meses en que la ilusión renace de sus cenizas ante una nueva temporada, donde el sufrimiento ya ha pasado y todo se vuelve de color rojiblanco conforme se suceden noticias de fichajes, renovaciones, amistosos, presentación de equipaciones, etc. Para eso todavía queda un calvario que pasar, futbolísticamente hablando claro.

El asunto tiene ahora mismo un trasfondo que va más allá de lo técnico, de la calidad de nuestros jugadores o de la implicación de éstos para con el proyecto en el que están o el club y ciudad a la que representan. Ya es un problema de credibilidad. La trayectoria de este equipo es desconcertante y alterna buenos partidos en donde la mayoría de éstos han sido frente a equipos superiores con otros, en mayor proporción, pésimos frente a rivales a los que, en teoría, el Granada, cuando menos, debería haber vendido cara su piel. ¿Dónde está el problema entonces? ¿Cómo se explica que por quinta temporada consecutiva estemos haciendo lo mismo una y otra vez?

No se trata de ser desagradecido con quienes nos sacaron del abismo. Eso es malinterpretar una crítica u opinión más que fundamentada sobre la gestión del club en estos momentos y a las pruebas me remito. Pina ya ha escrito con letras de oro su paso por la entidad y esa gesta no se la quita nadie. No es morder la mano de nadie que nos da de comer por tanto. Esto es un negocio para él y un espectáculo para la gran mayoría de aficionados. A la vista está que el paso por el mercado de invierno no ha sido suficiente, habrá que hacer algo más. ¿El qué? Pues ya se imaginan,, pocas maniobras se pueden hacer ya. La crítica y el desapego actual no es fruto de una corriente de opinión sesgada o malintencionada de nadie, es la cosecha a tan mala siembra. La única esperanza es la habilidad de nuestros gestores para dar brillantes giros de guión a películas de final previsible, son los Hitchcock del fútbol para estas cosas.

Ahora llega un Valencia que tiene más presión que nosotros aún pues se trata de un equipo con obligación de clasificarse para competición europea y está cerquita de la frontera con la segunda, y muy cuestionado por su afición. Nosotros estamos en aguas donde nos hemos acostumbrado a nadar y del que esperábamos, una temporada más, que cambiaríamos por otras más mansas. El Granada saldrá en tromba seguramente intentando apabullar a los de Mestalla e intentando marcar pronto, antes de que la epidemia ansiolítica de este equipo vuelva a hacer acto de presencia o que se apague la mecha al primer contratiempo. Así pues se presenta la cosa complicada. Coincido con quienes auguran que Sandoval se la juega del todo esta vez sí, aunque se las ha jugado en otras. Otra huida hacia adelante más en la historia granadinista. Me dicen que Francisco se va asegurar este domingo de tener la batería del móvil bien cargada por si acaso, aunque sabe que no es el único novio que pretende la silla del de Humanes.

@martosMS

Noticias relacionadas