ONCE INICIAL
¿Se la jugaban en Riazor? Quién lo diría
Desgraciadamente, o son muy malos, o todo les da igual, o quizás ambas cosas. Cualquiera que viese el partido de Riazor no se creería que los nuestros se estaban jugando la vida. Cuando te juegas la vida vas a morir matando, vas a conseguir el objetivo o a morir en el intento, vas con todo, en una palabra. El partido de los nuestros en Riazor fue plano, aburrido, a verlas venir, y por supuesto, inferiores al rival, que también.
Estamos donde nos merecemos, es evidente. En nuestro partido frente a Osasuna no nos ganaron de milagro, el Gijón nos arrolló allí y nos perdonó aquí, el Leganés nos ganó ambos partidos, y el Depor fue también superior tanto allí como en Granada. Y solamente nombro a los equipos de nuestra liga, que es lo que nos interesa. Hemos sido superados por los mediocres.
El partido frente al Barcelona fue lo que nos temíamos, aunque peor. Tremendamente inferiores al rival, y únicamente por esas cosas que tiene el fútbol empatamos el partido momentáneamente, para rápidamente volver a encajar un gol y sufrir otra estúpida expulsión de Uche, titular indiscutible por obra y gracia del tándem Piru/Jémez, el dúo calavera.
Frente al Depor poco que decir. Ellos no hicieron grandes cosas pero nosotros menos, ellos no tuvieron muchas ocasiones pero nosotros menos, ellos no hicieron un gran partido pero nosotros mucho menos, ellos parecía que se jugaban algo pero nosotros parecía que no. Por destacar quizás el aceptable partido de los centrales, ¡aleluya¡, el debut de Estupiñan que no lo hizo mal pero cometió un penalti evitable, la buena primera mitad del tándem Wakaso/ Pereira, y una vez más Ochoa, que salvo el punto, parada de penalti incluida. Lo dicho, nos jugábamos la vida pero no lo parecía. Ni el equipo ni el técnico transmiten ni ilusión ni esperanza.
Y ahora, ¿qué podemos esperar?. Pues yo espero muy poco. SI hemos sido humillados por Gijón y Leganés, y superados por el Depor, entiendo que ni Valencia ni Celta, nuestros próximos rivales, se irán de vacío de Los Cármenes. Quizás uno puede pensar que el Valencia que ya no se juega nada no meta la pierna, o que el Celta que estará en jornadas europeas reserve a alguna de sus piezas más importantes, pero da igual, falta lo más importante, el núcleo del asunto, y es no lo que hagan los demás, sino lo que pueden hacer los tuyos, y en estas, llevamos todas las de perder. No espero nada de los nuestros, para mi desgracia, absolutamente nada. Espero únicamente desidia, dejadez y falta de orgullo, nada más. Es la realidad, no es atizar por atizar.
Creo que la suerte está echada, y que será nuestro descenso de categoría, y no lo pienso ni por pesimismo ni por nada parecido sino por los hechos, por lo demostrado por los nuestros, o mejor dicho, por lo poco o nada demostrado por los nuestros. Nos espera un final de temporada muy triste, con unos jugadores tristes y un técnico triste, del cual dudo mucho que sea el técnico idóneo para capitanear un equipo en segunda, y esa es otra, vamos a ver qué equipo tenemos en segunda, ya que como el mismo lo hagan Guardiola, Vieta, Adams o Hernan Crespo, miedo, mucho miedo me da. Y Pina y su Cádiz camino de Primera, para escarnio de algunos.
Además el filial perdió, y los chicos del basket aunque ganaron, se despiden prácticamente de sus opciones de ser campeones, quedando las esperanzas de ascenso puestas en un play off donde contarán con el factor cancha siempre a favor por mor de la Copa lograda. No es poco.
