ONCE INICIAL
El fin de una agonía
Con la derrota de los nuestros en Gijón, ¿alguien esperaba algo distinto?, se acabó toda esperanza matemática de poder jugar los play off. Matemáticamente quizás el domingo se acabaron las posibilidades, realmente desde el cese de Oltra las mismas empezaron a agotarse, y tras el suicidio frente a la Cultural, el equipo demostró que no sería capaz de meternos en dicha liguilla. Todos lo sabíamos, la directiva, incapaz de dar ánimos a nadie desde hace ya muchas semanas, los jugadores, incapaces de competir mínimamente contra nadie, y la inmensa mayoría de aficionados, a los cuales quitaron la ilusión a base de esperpentos futbolísticos.
¿Culpables?, menos la afición, maravillosa como siempre, aunque quizás algo conformista con lo que se iba viendo desde hace ya semanas, todos, unos propietarios con decisiones cada vez más dañinas, una dirección deportiva que a la larga ha demostrado que la plantilla formada en verano no era tan buena como parecía, que no lo arregló ni mínimamente en el mercado de invierno, y que terminó de estropearlo en una jugada tan precipitada como fallida, cesar a Oltra para poner a Morilla. Dijimos en su momento que sonaba a catástrofe y así fue. Pero sobre todo culpables los jugadores, incapaces de competir contra nadie, ni contra los buenos ni contra los malos, ni en seco ni en mojado, ni en casa ni fuera. Unos señores con las nóminas más altas de la categoría que van a finalizar la competición en torno a la décima posición, unos jugadores culpables de la decepción de los aficionados y de toda una ciudad, unos jugadores que o bien han pecado de poco profesionales o han pecado de no saber como afrontar las adversidades. Lo primero es más grave, lo segundo les invalida como profesionales de nivel.
Ahora solamente queda esperar que la directiva haya aprendido de errores, me cuesta creerlo, y que consiga motivar a una afición harta de malas noticias, harta de decisiones erróneas, harta de dos años consecutivos patéticos a nivel deportivo, porque si horroroso fue la temporada del descenso de categoría, horrorosa ha sido en esta temporada en Segunda, y peor puede ir la siguiente, no lo olvidemos. Ahora queda que la directiva de con la persona que pueda construir una buena plantilla, dudo que Salvador tenga una segunda oportunidad, que se contrate un técnico de garantías, y que dicha plantilla luche por conseguir los objetivos, al menos que los luche, y no como esta temporada. Lo malo no ha sido no conseguir los objetivos, esto es un deporte, lo peor ha sido no intentarlo con todas las fuerzas. Tendrán que acertar mucho para enganchar a una masa social hastiada y cabreada, hasta las narices de que les vendan motos que luego son chatarra, y de ver como nadie asume las culpas, con justificaciones de parvulario.
En cuanto al técnico ya se habla sin tapujos de Francisco, lo cual me parece bien, a priori es un técnico que a pesar de su juventud tiene experiencia en la categoría, y viene de realizar una muy buena temporada con el Lugo. Se va a encontrar con el hándicap de una gran parte de la plantilla con contrato y tras una muy mala temporada, además de con un presupuesto mucho más ajustado que el año pasado, aunque como se ha visto, que se lo pregunten al Huesca o al mismo Granada, el presupuesto en esta categoría no es sinónimo de nada. La seriedad, la profesionalidad y el orgullo son bastante más importantes, sin descuidar la calidad, es evidente.
Lo dicho, acaba otra temporada nefasta, y uno espera con menos ilusión que otros años la confección de la nueva plantilla, ilusión que espero ir recobrando, y también espero que alguien de la directiva y de los jugadores salgan a entonar un mea culpa, aunque también parece que falte gallardía para ello. Los objetivos se cumplen o no se cumplen, pero lo que molesta es que no se peleen por ellos. Lo malo no es solamente hacerlo mal, lo peor es el no reconocerlo. Ha sido un fracaso rotundo sin paliativos, y alguien del Club debería de asumirlo, los aficionados ya lo hemos hecho, pero queda la impresión de que es a los únicos a los que nos importa.
El objetivo de esta protesta es movilizarse como afición y hacer público el malestar contra "la incapacidad para gestionar el club por parte de la propiedad"
