CORTITA Y AL PIE
Pasados los sustos iniciales, ya tenemos a casi todas las grandes selecciones en octavos de final. Y ese casi excluye ni más ni menos, que a la última campeona, Alemania, que no estaba en una fase final, ¡¡¡desde 1938!!!. Cosas de la igualdad deportiva existente cada vez más en estas citas mundiales.
Ha sido una primera fase en la que, una vez más, se ha podido comprobar, como las mal llamadas selecciones menores, esto es, países con plantillas de jugadores que acumulan partidos y experiencia en otras ligas de más nivel y luego compiten con sus países de una manera más que digna desde el momento en que las emociones fluyen a flor de piel cuando suenan los himnos nacionales.
Excelentes cuerpos técnicos que aportan trabajo técnico-táctico, gran trabajo condicional, y sobre todo un análisis amplio y muy objetivo para sacar rendimiento a todas las acciones a balón parado.
De las selecciones que se han marchado, me han gustado mucho Nigeria y Marruecos, con un fútbol muy vertical, salidas a pocos toques y un alto ritmo de competición, algo muy parecido a la imagen que nos está dejando México, que ya juega y compite con un estilo más europeizado. Me gusta a pesar del batacazo final ante Suecia.
Creo que nuestra selección española, con las turbulencias vividas en las vísperas del Mundial, anda un poco dispersa en cuanto a que modelo de juego a seguir. Con la excelente organización que manejan todos los equipos, ese fútbol de pases horizontales en zonas intrascendentes del campo y con el equipo totalmente abierto en la fase de transición ofensiva, sólo puede servir para facilitar las contras y aprovechar los espacios por parte del equipo rival.
Los partidos los cambian los jugadores con acciones individuales y colectivas, pero siempre teniendo como objetivo la portería rival. Los técnicos deben ayudar también a que los partidos cambien y que pasen cosas.
¡¡¡Qué grande es el fútbol!!! A cuanta gente hace feliz este deporte. Sin duda alguna la imagen de esta primera parte mundialista, es la de ver a los aficionados panameños locos de alegría, como si la consecución de un título se tratara, la celebración del gol que le marcaron a Inglaterra que significaba el 6-1 para los ingleses. Ver tanta felicidad después de una derrota, con esa carga emocional, es algo que nos hace amar a este deporte por encima de todas las cosas. Seguimos.
PREVIA | Los granadinos se miden al Córdoba Patrimonio B (sábado, 19:30h)
