BAJO PALOS
Siete puntos de los últimos nueve
Siete de los últimos nueve puntos. Visto así, poco hay que reprochar al Granada CF. Tras el horrible arranque liguero, donde Fabri se adentró en senderos inexplorados para él, apostando por un Granada de toque donde primaba el juego ofensivo, el gallego ha vuelto a sus orígenes y apuesta por lo que nunca le ha fallado. Los rojiblancos no deslumbran con su juego, es cierto, pero vencen. Con más o menos brillantez, con más o menos suerte o con más o menos sufrimiento, pero al final se consigue el sempiterno objetivo en esto del fútbol: los tres puntos. Fabri vuelve a ser fiel a su librillo, el mismo que aplicó allá por marzo y que recuperó a un Granada destrozado por los cismas internos entre los jugadores y Tomé.
Como vivo ejemplo de todo esto, Dani Benítez. El mallorquín es el futbolista total. Ataca como ninguno y defiende como el que más. Su disparo desde fuera del área, ya sea a balón parado a no, es mortal, y además, cuando llega delante del portero ya no se le apagan las luces y define mejor que un ‘nueve’ nato. Cuando Dani se monta en su moto no hay lateral en segunda que pueda bajarlo. Él lo sabe, y explota su velocidad, su regate y su desborde por el bien del equipo. No fue sólo su espectacular gol al más puro estilo Juan Palomo (ya saben, ‘yo me lo guiso yo me lo como’), si no que el joven jugador propiedad de Udinese no para de crecer partido tras partido. Y esto último tiene pinta de ser el principal problema del Granada a corto plazo. Dani está un punto por encima del resto, incluso me atrevo a decir sin miedo a equivocarme que si no es el mejor jugador de la categoría, está muy cerca de serlo. Él ha dicho por activa y por pasiva que se encuentra a gusto en Granada…pero los ecos del Calcio cada vez resuenan con más fuerza, y una llamada del ‘Il Capo’ Gino Pozzo sería difícil de rechazar. Disfrutemos mientras podamos…
Con Dani y Tariq juntos de nuevo en el campo, la cosa iba de viejos conocidos. Hacía muchos partidos que no se veía esa imagen de ambos celebrando con desenfreno un gol de su equipo junto a los ‘Kolokones’ en el fondo sur. Se echaba de menos, la verdad. Otro que no quiso perderse la cita en Los Cármenes, aunque con dudosa buena intención, fue Óscar Cano, que se acercó a ver su antiguo equipo y próximo rival. Al ‘seco’ se le vio en la grada tomando buena nota de por donde meterle mano a su homólogo Fabri. Óscar ha construido en Salamanca un equipo muy a su imagen y semejanza. Sin grandes estrellas, con jugadores con gran oficio e implicación total. De momento no pueden irle mejor las cosas. Está en el grupo de cabeza y aún no conoce la derrota. Es un equipo al que de momento le cuesta ganar (lo hace por la mínima), pero al que cuesta un mundo derrotar hasta con un jugador menos, como ha sido el caso esta semana. Salvando las distancias, toma el modelo del Madrid de Mourinho, un equipo construido en base a un portero seguro y con mando, unos centrales poderosos en el juego aéreo y laterales fuertes que sorprenden en cada una de las tres o cuatro subidas que hacen en todo el partido. Fabri tendrá que hilar fino para sorprender a Óscar esta semana, porque estoy seguro de que si algún entrenador de la categoría conoce los puntos flacos del Granada ese es el técnico granadino del Salamanca
Para ganar en Salamanca, desde luego urge hacer algún cambio. Fabri suele ser fiel a ese principio que parece gustar tanto a los entrenadores últimamente, eso de ‘si algo va bien, no hay que tocarlo’. No puedo estar más en desacuerdo con esto, pues si bien ayer se ganó, la imagen de la segunda parte dista mucho de lo que se le debe exigir a este Granada. La defensa cumplió, pero se echa de menos al bueno de Diego Máinz poniendo orden ahí atrás. Roberto cualquier día se quedará sin voz. Por cierto, espectacular el ex de Osasuna en el juego área, ayudando infinitamente a su defensa en cada situación de peligro. En el centro del campo, el míster sorprendió incluyendo a Óscar Pérez. La grada no estuvo muy de acuerdo con esto. Si bien el asturiano no fue el mejor de su equipo, sigo sin entender el rechazo que provoca su participación en el equipo al respetable. El murmullo que aparece en el campo cada vez que toca el balón no creo que haga ningún bien a nadie. Al final, se marchó aplaudido, pero creo que los aplausos eran más bien por las ganas que tenía la gente de perderlo de vista. No lo entiendo, de verdad. Peor estuvo, en mi opinión, el invento de media punta de Fabri, Abel Gómez. Está claro que no es su sitio. Urge recuperar a Calvo y Orellana para la causa, dos jugadores que de estar en forma, darían un salto de calidad espectacular a este Granada que, al menos parece, empieza a carburar. La semana que viene llega una prueba importante frente al Salamanca. Apuesto por un empate.
El equipo de Rafa Romero pondrá fin a cinco años en la tercera categoría nacional en Núñez Blanca (sábado, 18:00)
PREVIA | El equipo granadino persigue ante el Gran Canaria su segunda victoria consecutiva en su intento de apurar sus opciones de permanencia
