Once Inicial
Es un error ilusionarse con este equipo
A los cinco minutos del partido de Málaga ya eras consciente que otra vez esta gente nos iba a dar otro disgusto. Nada, ni fútbol, ni ideas, y lo que es peor, ni ganas. La culpa es nuestra por ilusionarnos, ya son muchos los avisos que este equipo nos había dado de que era malo confiar en ellos. Tras el 5-0 de Córdoba parecía que habían tomado nota. Pero luego vino Cádiz, luego el fiasco de Tenerife y las victorias tras una primera parte vergonzante en Albacete y Cartagena. Nada con lo que ilusionarse, pero lo hicimos.
Todos los partidos anteriormente mencionados fueron una vergüenza, pero el de Málaga ha sido el definitivo. No tengo ninguna confianza en este equipo, y si por esas cosas de la vida al final se consigue el objetivo, no será una machada, será un milagro. Esto no es ganar siempre, no es jugar bien siempre, hay un contrario que intentará ganarte, y seguro que tiene armas para ello, esto va de ser profesional, de saber lo que te estas jugando, el comprender que hay mucha gente detrás esperando lo mejor de ti. No puedes arrastrarte, no puedes sestear, no puedes perder todos los duelos individuales y colectivos. Este Granada CF es un desastre lleno de jugadores que no aprenden, que probablemente no quieran, y que seguramente no sepan. Ya no hay excusas.
Poco más que añadir, excepto que el millar de aficionados que se dieron cita en el campo del Málaga, y los otros miles que nos sentamos frente a la televisión pensando que esta vez sí, no nos merecemos tanta indiferencia ni tanta desidia ni tanto bochorno como el que nos están haciendo pasar. Se puede perder, claro que sí, pero intentándolo, demostrando que sabes lo que te estas jugando y que algo te importa. Sacar el orgullo al menos.
Piensas que da igual si el próximo partido lo ganamos en casa frente al Éibar si luego volveremos a asustarnos, achicarnos y acojonarnos en Coruña, porque eso es lo que llevan haciendo toda la temporada fuera de casa, y no hay razones para que cambien, no nos han dado argumentos para pensar en ello. Adiós al Play Off, adiós a las ilusiones.
Y en cuanto al baloncesto, decepción también de comprobar que quizás los aficionados teníamos más ilusión y aún conservábamos alguna esperanza de salvación más que los propios jugadores. Te juegas la vida frente a un equipazo como el Gran Canaria en su casa, muy complicado pensar en ganar, pero vista la actitud del equipo en general, pocos pensaban en que era posible, y claro, así es imposible.
El sueño duro tres años, y al final habrá un descenso amargo. Ya habrá tiempo de que cada uno analice las razones del fracaso, pero en mi opinión, una dudosa planificación de la plantilla, una racha de lesionados fuera de toda lógica, y una apuesta escasa de la ciudad de Granada con el equipo que se resume en el presupuesto más bajo de la categoría son mis razones para el más que probable descenso, todavía no matemático a día de hoy.
Lo que hay que hacer es ir planificando la próxima temporada en Primera FEB, si es con Pablo Pin mejor que sin él, intentando retener a algún jugador que puede llegar a ser el alma del nuevo equipo como Agustín Ubal, y sobre todo hacer un equipo que ilusione y con plenas garantías de luchar por el ascenso desde el principio. Es la única manera de mantener viva la llama del baloncesto en Granada y que los insuficientes apoyos recibidos, a la vista está, no se pierdan, y puedan conseguirse más y mejores.
Hay que pelar los cuatro partidos que quedan ya que no es igual descender con malas sensaciones que descender dándolo todo. No es igual, ni mucho menos.