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Normalidad en la derrota

Jaime Lucena  |  26 de noviembre de 2020
Jaime Lucena (GRJ)
Jaime Lucena (GRJ)

Perdieron los nuestros frente al Valladolid, y perdieron justamente ya que el rival fue superior, o si ustedes lo prefieren, los nuestros no estuvieron al nivel al cual nos tienen acostumbrados últimamente. Y se vio desde el comienzo, con unos desajustes defensivos no habituales, y sin crear peligro en la portería rival, siendo un Granada en versión pobre.

Se adelanto el Valladolid en la última jugada de la primera parte, justo después de quizás nuestra ocasión más clara, y quizás la única, a balón parado perfectamente servido por Montoro y al cual no logro impactar correctamente Germán. Marco el rival, pero pudo hacerlo antes, y marco a la vuelta de vestuarios colocando el 0-2, resultado que el Granada trató de voltear sin mucho juego, pero con mucha entrega. Marcamos, asustamos un poco, pero metieron el tercero y se termino el partido ante la alegría rival por su importante victoria, eran los últimos de la Liga.

Fue una derrota poco esperada y dolorosa, entre otras razones porque el Valladolid es un equipo de nuestra liga, y porque de haberse producido, son las victorias que mejor saben. Pero se perdió, entre otras razones porque se jugó mal, y esto me lleva entre otras cosas a estar nada nervioso, cero preocupado, en absoluto intranquilo. El nuestro es un equipo que me ofrece todas las garantías, y no olvidemos que esto es fútbol y el rival juega, y no olvidemos quienes somos, y que, por ejemplo, en la misma jornada, todo un Real Madrid jugo un partido mediocre en Villarreal y el todo poderoso Barcelona jugó un partido flojísimo en la liga doméstica. Si esos equipos tienen sus problemas y sus altibajos, ¿no los vamos a tener nosotros?.

 

Además, y aunque el técnico no quiere excusas, haberlas las hay, tras dos semanas convulsas por el maldito COVID, por la encerrona de la Liga en San Sebastián, y por el virus FIFA, con jugadores importantes con una buena paliza en el cuerpo y sin poder preparar el partido. Pero es cierto, con excusas o sin ellas, es necesario que el equipo deje atrás estas dos fatídicas últimas semanas, se recomponga, y vuelva a ofrecer su mejor versión en Vigo, donde se ganará o se perderá, que por eso hay un contrario que intentará ganar a toda costa.

Pero lo malo es que las malas noticias en forma de lesiones se acumulan y a las ya conocidas de Quini, en su última fase de recuperación, Víctor Díaz, Azeez y Kenedy, se unen ahora las de Montoro y Eteki, ambas importantes pero la del primero especialmente penosa, ya que además de ser un jugador tremendamente importante en los esquemas del equipo, parece que será una lesión de gran duración, lo que quizás haga plantearse al técnico un cambio de dibujo ante la avalancha de partidos que se avecinan, con probablemente más protagonismo para Vico, al cual se le vio flojo frente al Valladolid, aunque en la misma línea que el resto de sus compañeros.

Lo dicho, esperemos que no haya más lesionados, que mañana podamos vencer en casa frente al Omonia lo que dejaría encarrilada la clasificación en el grupo, y que podamos dar nuestra mejor versión ante un Celta de Vigo plagado de excelentes jugadores que no termina de arrancar y que ya ha cambiado de técnico para tratar de cambiar la racha negativa. Plena confianza.

Además,el Recreativo sigue sumando puntos en esta liga tan atípica por la confección de los grupos y el azote de la pandemia que les castigo al comienzo de la temporada de forma especial.

Y para finalizar, el equipo de baloncesto sigue ganando sus partidos de forma solvente, demostrando una vez más que si el técnico consigue formar un bloque defensivo de nivel, en ataque no habrá problemas dada la calidad individual de sus integrantes. El equipo trasmite confianza en lo que hace, y solamente la cortedad de la plantilla genera alguna duda.

jlucena@granadaenjuego.com

 
 
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