Once Inicial

El Granada CF se apunta a Las Chirigotas de Cádiz

Jaime Lucena  |  17 de marzo de 2025
Jaime Lucena (GRJ)
Jaime Lucena (GRJ)

Hace ya algunas fechas titulaba un artículo … “y otra, y otra y otra vez”……,  haciendo referencia a la cadena de errores individuales impropios de jugadores de nivel que estaban provocando resultados adversos en nuestro equipo. Nada ha cambiado, bueno si, lo que se entendían errores inadmisibles, de tanto repetirlos se han convertido en errores habituales propios de jugadores de una categoría muy inferior a lo que se presuponía. Una, y otra, y otra vez se suceden dichos errores sin que se atisbe una solución a los mismos.

Esta vez el error bochornoso le toco a Hongla, un jugador dotado de unas cualidades futbolísticas muy elevadas, pero que resta más que suma, cometiendo todos los partidos errores de aquél que va de sobrado, errores de quien se piensa que es Modric y no le ve ni de lejos. Esta vez el error fue de los más groseros. Sin que ningún rival le encimase, con el portero pidiéndole claramente el balón a su pierna derecha, Hongla decide enviarle un melón a su izquierda, gol rival. Lo malo es que llega un momento que dichos errores no te sorprenden, lo estas esperando, y cuando se produce lo único que piensas es que dentro de lo malo, el tiro al pie se ha producido pronto, y que hay tiempo para remediarlo, iluso¡¡¡.

El equipo no empezó mal, pero tras el bochornoso error se acabó el partido. Los nuestros desaparecieron, no se acercaron al portero rival, y el Cádiz con emplearse a medio gas en tareas defensivas finiquitó el partido sin más sobresaltos. El equipo es patético, a los errores individuales de colegial se le une una apatía desesperante para revertir la situación, y lo único que espero es que esto termine pronto, que se empiece a pensar en formar un equipo de hombres y no de nombres para la temporada que viene y a ser posible con los chinos en China, ya que peor no se puede hacer a todos los niveles.

 

Los jugadores como siempre he mantenido son los principales protagonistas de todo esto, y por lo tanto son los artífices principales de tanto ridículo que llevamos soportando, pero tampoco el técnico da muestras de poder o saber revertir la situación. El efecto Escriba parece haberse agotado ya hace tiempo. Lo único que me mantiene delante del televisor es saber quien cometerá la siguiente cagada y como será esta. Candidatos y maneras hay.    

En cuanto al baloncesto, también derrota de los nuestros, pero diferente, muy diferente. Con las derrotas del baloncesto se sufre, y mucho, con las del fútbol se asumen como algo normal. Esta última derrota del equipo de baloncesto fue muy dolorosa, ya que perdieron un partido importantísimo que tenían ganado a pocos segundos de la finalización de este, luchando contra un buen rival, el Lleida, contra unos árbitros que parece tienen cuentas pendientes con el Club, y con una mala suerte que asusta en forma de lesiones. Es descorazonador como se van cayendo jugadores debido a diferentes percances físicos, y esperanzador como los que quedan sanos luchan y pelean con una decencia y profesionalidad que ya quisieran los del fútbol.

Además de la derrota me queda una sensación muy amarga, y es que parece que Granada no quiere baloncesto en la élite, así lo creo. La afición lo quiere, el público en general lo quiere, pero aquellos que deben de apostar por un equipo que pueda mantenerse en la élite han dado la espalda al equipo, entendiendo que nuestro presupuesto debe de estar muy por debajo del resto de equipos, también de los que compiten por no descender. No tengo nada en contra de los jugadores que han aterrizado últimamente en Granada para suplir la plaga de lesiones que hay, pero los comparas con los fichajes realizados por Breogán, Lleida, Girona o Coruña, sin ir más allá, y no hay comparación posible. Granada no lucha por el sueño de tener un equipo en la ACB, y es una pena de lo cual nos arrepentiremos.  

 

 
 
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