OPINIÓN: Hay que dejar YA esta infame categoría, por Jaime Lucena
Muchas cosas mal hemos tenido que hacer a lo largo de todos estos años para llevar tantos jugando en Segunda División B e incluso en Tercera. Esta claro que así ha sido. Pero como castigo ya ha sido suficiente. Por primera vez en muchísimos años solamente hablamos de fútbol, no de impagos, ni de deudas, ni de juicios ni nada por el estilo. Si a esto unimos el equipazo que se ha construido, debemos de aprovechar todo esto para abandonar esta infame categoría, y sus infames campos, y sus infames árbitros.
Antes de nada, debo decir que sé que el balón es redondo y como bota. He jugado a esto y sigo haciéndolo, aunque siempre haya sido de forma modesta. En juveniles estuve en un equipo de Primera Nacional en Madrid, y tras muchos años por la Regional Madrileña, a mis 43 años sigo entrenando diariamente y jugando futbol 11 todos los fines de semana en una liga de veteranos de bastante nivel , liga por donde han pasado y siguen pasando muchos ex primeras y ex segundas.
Perdonar está explicación que a nadie le interesa, pero era necesaria para que se pueda entender que algo de esto sé, y decir que lo que vi el pasado sábado en Lepe fue un robo de un sinvergüenza que fue a por el Granada. No solamente por la no falta, la no expulsión y el no penalti, todo en uno, sino por las innumerables faltas laterales en nuestra contra por simples contactos en un campo embarrado donde no el simple contacto, sino el fuerte contacto es necesario e imprescindible y debe estar permitido. Yo era un central rápido y fuerte que iba bien de cabeza, un poco tarugo con el balón en los pies y de sangre muy caliente. Me alegro de que los profesionales del Granada mantuvieran la calma y no se comieran al árbitro. Yo en su lugar no hubiera aguantado tanta injusticia.
Una cosa es ser un árbitro malo, y otra actuar con maldad. A lo largo de los años te encuentras con señores muy malos, pero buenas personas, que no dan más de sí, pero sabes que actúan sin maldad, y por otro lado están los que actúan a sabiendas de que están dañando a alguien injustamente, que te pitan un penalti que no lo es, y están deseando que te dirijas a ellos para expulsarte con una mueca de sonrisa en los labios. Nuestra junta directiva, que tantas cosas buenas está haciendo, debería de formalizar una queja ante los órganos competentes por los arbitrajes recibidos. No servirá de nada, pero no nos tomarán por tontos. Un equipo que lleva al campo todos los fines de semana a 10.000 personas tiene que tener peso en la RFEF, y si no, miedo me da cuando por el mes de Junio nos enfrentemos a filiales de equipos galácticos ( Barcelona, Real Madrid, Atlético ), a equipos de la comunidad de Madrid de moda ( Alcorcón ) o a equipos dirigidos por ex altos cargos en la Federación ( Sant Andreu ). A pesar de todo, no soy de los que creen en complots ni nada parecido. Pienso más en desequilibrados individuales que actúan de una determinada forma por eso, porque son unos desequilibrados, y no porque tengan directrices que cumplir.
En cuanto a Ighalo, es cierto que cometió un error imperdonable respondiendo a una provocación, y que debe de ser castigado, pero no nos cebemos con él. Es un jugador joven en formación que debe de ir aprendiendo, no es un jugador ya formado, aunque incluso estos los vemos como en Primera comenten los mismos errores todos los fines de semana.
El partido, jugado en un campo infame, fue todo lucha por parte de ambos equipos, con una primera parte local y una segunda del Granada, que no se vio muy afectado por la expulsión, y hasta que apareció el arbitro sinvergüenza, dominó el partido a pesar de las faltas laterales en contra, única manera de crear peligro, y eso, el árbitro lo entendió rápidamente. Se perdieron los puntos y el liderato, pero no pasa nada.
Se perdió por expulsión a dos jugadores, pero con la plantilla tan amplia tampoco pasa nada. A olvidar el partido de Lepe, a ganar al Ecija, y a rezar que no nos toque otro arbitro sinvergüenza. Será malo, porque así es la categoría, como malos son los campos, y como malos son los equipos, entre los cuales todavía está nuestro Granada, espero que por última vez a partir del mes de Junio.
En cuanto al baloncesto, la crónica ya la tenía escrita en el descanso de Alicante. Se resumía en dos palabras, dos palabras fuertes y groseras. Que suplicio, que equipo más malo, que defensa más débil y que ataque tan deprimente, y todo frente a un Alicante también patético.
El equipo contrario solamente tenía un arma, un pívot larguirucho que no había realizado ningún buen partido en toda la temporada, pero ya se sabe, ante el Granada, cualquier pívot que sea alto se sale. Se fue a los 19 puntos y 25 de valoración. Es deprimente. Antes de dar comienzo la temporada, y vista la configuración de la plantilla (para que no se me tache de ventajista) escribí en un artículo en el que ponía de manifiesto mis temores, y decía que mucho me temía que la temporada nos traería a pivots contrarios que se saldrían ante nosotros. Por no remontarnos a toda la temporada, algo que sería muy pesado aunque tremendamente esclarecedor, en los últimos partidos, Prestes del Murcia, un pívot novato que se sale, Banic del Bilbao, un pívot con caché que se sale, el pívot de Alicante, novato y flojito que se sale. En fin, que da mucha pena todo esto, que da mucha pena la horrible planificación en cuanto a fichajes del juego interior, y que da mucha pena ver así al equipo. Los señores Poch y Aranda tienen una gravísima responsabilidad en todo esto, no nos olvidemos. Es verdad que la lesión de Aguilar hace daño, pero el error viene desde el principio. Otro asunto. Espero que Jesús Fernández únicamente jugará 1 minuto por lesión, ya que sino es así, además del mal juego y mala imagen, algo turbio estaría pasando en nuestro vestuario.
Si finalmente he escrito sobre el partido, y simplemente no he puesto las dos groseras palabras que tenía en mente, es porqué por lo menos el equipo tras el descanso peleó, se concienció de que no estaba en el Garden frente a los Celtics, sino que estaba en Alicante frente a un flojo equipo local, y esa pelea abre una pequeña puerta a la esperanza. Pero es todo muy preocupante. Los bases están siendo superados por los rivales casi siempre, se llamen Rubio, Llompart o Salgado, los aleros no ven aro (Hunter está patético) y los pivots, no es su culpa, pero no pueden.
Con un 40% en porcentaje en tiros de dos, 5 míseros balones robados (defensa patética) y 19 balones perdidos (ataque insufrible), se suele perder siempre, aunque el rival sea tan flojito como el Alicante. Eso sí, los rebotes fueron nuestros. Mal, muy mal están las cosas, pero sigo siendo optimista, eso sí, con algún refuerzo interior, y sacando adelante el siguiente partido ante un rival de nuestra liga, que no es otra que luchar por no descender.
La máxima categoría del fútbol femenino, en la que participa el Granada, se podrá seguir por la plataforma digital un año más
