OPINIÓN: La salida de Cuerva, por Javier Palma

Javier Palma (GRJ)
Javier Palma (GRJ)

La afición del Granada CF disfruta esta temporada casi plenamente de lo deportivo. Atrás han quedado las agrias noticias diarias de embargos, juzgados, deudas e impagos.

Cuerva trajo a Pina y éste a su vez a la familia Pozzo. El nuevo mecenas rojiblanco parece que viene en serio. En el camino se quedaron los Ruiz, Gori, Benito o Sanz. Vendieron todo el humo del mundo y lo único que hicieron fue engordar la pelota de la deuda hasta casi la bancarrota. La desaparición del ‘historico’ estuvo más cerca que nunca. Ahora, la situación ha cambiado.

Los Pozzo quieren capitanear el salto a la Sociedad Anónima Deportiva. Para ello, la entidad tiene que saldar deudas y reflotar la nave. A través de la sociedad ‘Los Cármenes’ se han abonado las deudas a los ex presidentes que, junto a la Agencia Tributaria y Seguridad Social, eran las más cuantiosas.

 

La semana entrante se presentará el Concurso de Acreedores. El juzgado nombrará administradores concursales para la entidad y la cuantía de la deuda aún no saldada se verá reducida a casi la mitad.

Con este esperanzador panorama y con la conversión en SAD a la vuelta de la esquina (cinco o seis meses, aventuran algunos) los seguidores rojiblancos no entienden mucho la intención de Ignacio Cuerva de abandonar ahora la nave.

Cuerva no quiere ser un presidente ‘florero’. Su imagen, según los más cercanos al joven empresario, puede quedar afeada. Pina corta todo el bacalao y la Junta Gestora ha quedado sólo para asuntos de trámite. Era lo inicialmente pactado, nadie puede sentirse engañado.

El presidente firmó un documento ante notario cediendo plenos poderes a Pina, tanto en lo deportivo como en lo extra deportivo. Siempre se ha dicho que “el que paga manda” y sólo se reflejó por escrito el supuesto pacto de ‘caballeros’.

La marcha de Cuerva es inminente, pese a que adelantará el dinero comprometido por el Ayuntamiento de Granada que aún no ha llegado. No esperará a que todo el proceso de conversión en SAD concluya. Los miembros de la Junta Gestora que arribaron a la calle Recogidas con Cuerva se ven en la disyuntiva de abandonar también o aguantar unos meses hasta que todo finiquite.

La permanencia de algunos miembros de la directiva no se puede considerar como traición a Ignacio Cuerva, sino lealtad a unos colores. Llegaron cuando pintaban bastos para el Granada CF y ahora que todo es un camino de rosas no deben marcharse, Cuerva tampoco.

jpalma@granadaenjuego.com

 
 
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