PASE AL HUECO
La renovación del míster debe ser prioritaria
Cuando un equipo de fútbol debe comparecer en un terreno de juego con once futbolistas, tener unas 22 o 24 fichas de jugadores en total aproximadamente, un entrenador, ayudantes, fisioterapeutas, médicos, preparadores físicos y técnicos, ojeadores, etcétera, afirmar que un trabajo bien hecho pueda ser mérito de una sola persona es un gran disparate.
Conformar un equipo, pero equipo en el sentido amplio de la palabra o con mayúsculas como prefiera el lector, es uno de los retos más difíciles en el fútbol moderno. Muchos creen que basta con crear ambiente familiar entre los jugadores, que sean amigos y se lleven bien, se respeten. Y también, pero sería una visión simplista de lo que verdaderamente entraña semejante tarea.
Dentro de los equipos siempre hay roles, el que ejerce de líder, el que es titular, el que sale siempre de revulsivo, etc, pero mucho más difícil es que cada miembro de ese grupo pueda asumir un rol concreto según lo requiera la situación en cada momento. Eso es más complicado, sobre todo cuando hay minoración de protagonismo, de ser importante dentro del grupo y más aún, cuando tratamos con profesionales que, siendo muy jóvenes, tienen cuentas corrientes bien abultadas. Sin ser especialista en la materia y osando errar por tanto, me atrevería a asegurar que esa ha sido una (hay un montón más) de las claves del funcionamiento de este Granada CF. Su Líder indiscutible ha sido y es un tal Diego Martínez Penas, un granadino de adopción como él mismo se llama, que tiene boquiabierto a medio panorama futbolero nacional.
Diego es un extraordinario Líder cargado de una infinita Humildad y una absoluta fe en el Trabajo. La conjugación de las palabras que han leído en mayúscula es lo que hace de este Granada CF un equipo envidiable en su entrega, su ambición. Nadie se fue del Granada dando un portazo, muchos añoran volver, otros están deseando pertenecer a esta familia, todos los que han llegado se han impregnado al momento de su esencia. Nuestro entrenador le ha dado valor a todo lo que rodea al club, todos son necesarios, todos son importantes; el que juega casi siempre, el que juega menos, el que sale de una lesión, el que entrena en la sombra,…, hasta el personal del club que trabaja en tareas de servicios o auxiliares, lavandería, utilleros, todos están implicados en este proyecto, todos son importantes, todos se sienten parte y tienen un pedacito pequeño de ese gol que marca el Granada. Eso lo ha conseguido Diego, irradiando sobre todo el conglomerado que forma el club una carga de responsabilidad, de participación en los éxitos y de unión en los momentos delicados.
Ahora que podría negociar con libertad su futuro y que empiecen a salirle novios, que le saldrán, es momento de empezar a cerrar asuntos y, en mi opinión, empezar por este es lo más crucial. Todos los ciclos se agotan, son finitos, pero el de Diego parece tener mucho por dar y aportar todavía al granadinismo.
El encuentro ante el conjunto gallego se disputa este sábado a las 18:00 horas en el Palacio
