Queda partido
Ha llegado el momento
Llegó la hora, o al menos considero que estamos en el momento crucial y más importante de la temporada. Por supuesto, jornadas y puntos quedan en juego, ahora y dentro de un mes, pero para el Granada CF de Paco López ya no puede haber más espera.
Los inicios de temporada son como son. Tiempos complicados donde se necesitan ajustar muchos aspectos en diversas áreas, y donde múltiples factores te acechan y condicionan de manera contundente. Esa etapa para nuestro Granada ya ha pasado. Son nueve los partidos disputados hasta la fecha en los que el club rojiblanco ha sufrido una serie de contratiempos que han afectado a ese rendimiento óptimo y pleno que la plantilla al completo podía ofrecer. Aun así, el equipo ha alternado buenos y malos partidos, momentos de mayor o menor continuidad, y la clasificación refleja que se está a dos puntos de la salvación, que es el objetivo prioritario de la entidad. Por tanto, se está ahí.
Llegados a este punto, señalo que es el momento de la verdad porque tras el empate y punto de oro que se consiguió ante el F. C. Barcelona, con la actuación estelar de Bryan y el período de descanso para recuperar del todo a lesionados llegando en muy buen nivel condicional a la competición liguera, ha llegado, ya está aquí. Y la expectación es máxima. Porque más allá de que lo que deseamos todos es que el equipo gane, para los entrenadores y los que seguimos con especial atención cada uno de los planteamientos del entrenador en este inicio del campeonato, estas dos jornadas siguientes resultan muy atractivas para ver definitivamente cual es el Granada C. F. de Paco López.
Paco, desde su llegada al club, manifestó prácticamente en todas sus ruedas de prensa, la forma que tenía de entender el fútbol y cómo quería que sus equipos jugaran. Y lo hemos visto. Equipo que toma riesgos, juega abierto, opta en la gran mayoría de escenarios por salir desde atrás mediante secuencia de pases, ataca con muchos… Es decir, centra la mayor parte de su juego en las acciones ofensivas, llevando casi siempre la iniciativa del partido. Esto, para cualquier seguidor del fútbol, es maravilloso, puesto que es un fútbol vistoso y atractivo. Pero claro, viendo lo que se tiene, la materia prima, se ha demostrado que jugando de esta manera el equipo ahora mismo estaría en Segunda División. Pero es que, sin irnos a los números, muchas veces engañosos, la sensación es que en los partidos puede pasar cualquier cosa, y sobre ese descontrol difícilmente puedan asentarse la fiabilidad y seguridad que todo equipo busca en su día a día.
Al margen de esas intenciones y propuesta, también ha sido un entrenador bastante intervencionista, modificando el emplazamiento o estructura del equipo en casi todos los partidos, algo que para los que disfrutamos de la táctica y la ocupación de espacios, es una delicia. Sin embargo, dentro de que las modificaciones hoy día en el juego son fundamentales, un equipo debe erigirse tanto por una estructura como por unas intenciones estables y consolidadas. Es decir, independientemente de cómo se decidan ocupar los espacios o quién sea el que ocupe determinada demarcación, a nivel global el equipo tiene que ser reconocible. Y ahora mismo, la sensación general tras el último partido es la de no saber cómo vamos a salir contra el C. A. Osasuna. No con quiénes, sino cómo van a ser utilizados.
Así que Osasuna y Villarreal serán dos duelos en los que se vea definitivamente al Granada C. F. de esta temporada. Tras un tiempo de descanso y análisis, tras muchos partidos y, sobre todo, con la fortuna de estar a tiempo de todo.
