OPINIÓN: Pina pon autobuses pá Sevilla, por Javier Palma
Como ha cambiado el cuento. Hace un par de añitos recuerdo que los aficionados rojiblancos cantaban en la grada aquello de “Marsá y Pina a la Condomina”, en referencia a la vuelta del Ciudad de Murcia al estadio pimentonero y ayer, desde el fondo sur de ‘Los Cármenes’, y en pleno éxtasis de goles, los ‘kolokones’ junto a los ‘diablos rojiblancos’ entonaban “Pina pon autobuses pá Sevilla’, además con la misma base musical.
Solicitud en toda regla, sin fax o emails que valgan. A grito pelao. El empresario recogió el testigo y admitió que se estudiará la sugerencia. Pina ya costeó el desplazamiento masivo de la primera salida a la Ciudad Deportiva del Sevilla, ahora toca visitar la del conjunto bético. En la primera visita a tierras hispalense se perdió, a ver que pasa ahora.
El choque se ha adelantado a la jornada del sábado, a las cuatro y cuarto para más señas. Lo de la hora tiene guasa. Con la última cuchará habrá que acomodarse en la ridícula grada de la Ciudad Deportiva verdiblanca, que digo yo que Don Manué podría abrir el ‘Ruiz de Lopera’ que el año pasado lo hizo cuando el Cádiz giró visita al filial. El Graná no es menos, pienso.
Los rojiblancos miran ya desde arriba a todos sus rivales. Hacía casi un año y medio que el Granada CF no lideraba el grupo IV de Segunda División B. El equipo de Tomé ya es eso un ‘equipo’. Ha tardado algo más de lo deseado en conjuntar un bloque, pero la máquina funciona bien.
Pocos se acuerdan ahora de que el preparador rojiblanco estuvo en la cuerda floja, por más que digan desde arriba que nunca se cuestionó el trabajo del técnico. Tomé, tras la derrota en Ceuta, estuvo más fuera que dentro. Las circunstancias, afortunadamente, han cambiado. El equipo era totalmente nuevo, cada uno de su padre y madre. Conjuntarlos ha tenido su periodo de adaptación, claro.
Tomé es un tío coherente. No suele hacer cosas raras y parece que sabe llevar el vestuario. Y no debe ser fácil tener tantos gallos en el gallinero. Dejar sin vestir a jugadores como Martín Ortega, Javi García o Joselu, por poner algunos ejemplos; o sentar en el banco a Torrecilla, Berrocal o Ighalo, tiene su mérito.
Cierto es que el equipo no juega con dos delanteros natos, ni falta que le hace. Suma 26 goles en once partidos. Cualquiera puede hacerte un traje. Tariq, Felipe, Dani Benitez o Javi Casares destrozan cualquier defensa. Además, Jonathan ‘Granada’ tiene un marcado carácter ofensivo. Y por si fuera poco a balón parado, Mainz, Amaya, Lucena y Cia. son letales. Bueno, por no hablar de las incorporaciones desde atrás de Nyom o Rubén Párraga.
El espectáculo esta servido cada quince días en ‘Los Cármenes’. Un consejo, para el próximo partido, adelanten el cafelito que las colas son tremendas. Ah, y a los que rigen el club decirles que preparen el taquillaje completo (16.500 localidades) y de paso que abran más puertas aún de acceso.
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